La provincia de Cádiz nos brinda una magnífica oportunidad de disfrutar de dos de los placeres más codiciados por el hombre: el placer que nos brinda la buena mesa y el que mata la curiosidad del viajero. Hay un triángulo de oro en las tierras gaditanas, denominado el marco, por el que el paladar se pierde entre el dorado y fresco brillo de la Manzanilla y el dulce aroma del Moscatel.
Ver para creer. Los japoneses lograron lo que parecía harto complejo, introducir genes vegetales funcionales en un cerdo con el propósito de convertir parte de la grasa natural del animal en ácido linoléico. En pocas palabras,- pero con numerosas e intrincadas manipulaciones, - han conseguido producir carne porcina genéticamente modificada en la línea de la novedosa generación de productos light ricos en ácidos grasos Omega -3.