La Entidad Nacional de Seguros Agrarios (Enesa) destinará en 2011 un total de 274,10 millones de euros para subvencionar su contratación.
El Plan de Seguros 2011 da un paso hacia la globalización con nuevas
coberturas para estructuras agrarias e invernaderos, y frente a riesgos
fitosanitarios del campo, e impulsa líneas de estudio destinadas a
futuros desarrollos de modelos de gestión de crisis y de adaptación al
cambio climático.
En la actualidad, medio millón de productores
agropecuarios tienen asegurados en España sus ganados o cosechas, por
un montante de 11.000 millones de euros, según fuentes del Ministerio
de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Este
Departamento destinará en 2011 un total de 274,10 millones de euros
para subvencionar su contratación, a través de la Entidad Nacional de
Seguros Agrarios (Enesa).
Y, por primera vez, existirá
cobertura por los daños causados sobre instalaciones y elementos
productivos como invernaderos, microtúneles, cortavientos, mallas
antigranizo, tutores y sistemas de conducción de las plantaciones.
Desde el MARM han destacado que "se dará un paso muy importante" en la
protección al sector agrario para "completar el proceso de
incorporación al sistema de todas las producciones".
Otra de
las novedades radica en que los asegurados puedan recibir
indemnizaciones por daños ocasionados por riesgos fitosanitarios, como
las plagas, aunque éstas deben estar incluidas en programas oficiales
de lucha y erradicación.
En el sector hortofrutícola, se
ampliarán las coberturas actualmente establecidas para la producción de
kiwi, incluyendo los daños que afecten al cuajado del fruto; en el
seguro de planta ornamental se incluirán los daños por nieve, y en el
de producciones tropicales y subtropicales se incorporará la cobertura
del golpe de calor para las plantaciones situadas en la península.
Por su parte, en el seguro de explotaciones vitícolas se revisarán los rendimientos máximos asegurables.
Las producciones herbáceas dispondrán de protección ante cualquier
adversidad natural no controlable, mientras que en los leñosos, la
cobertura será a partir del fruto visto.
En este último caso,
los productores podrán asegurar los daños excepcionales sobre la madera
que afecte a la producción de la siguiente campaña y requieran gastos
extraordinarios para la recuperación de la actividad.
En
ganadería, se completará la incorporación de las producciones al
sistema de seguros mediante la puesta en marcha de una nueva línea
denominada de "tarifa general ganadera", que dará cobertura a las
explotaciones cunícolas y a otras especies actualmente no asegurables,
y se introducirá la cobertura por daños por "scrapie" () para el ganado
ovino y caprino.
Los productores de estas últimas cabañas
podrán cubrir también los costes de transporte y destrucción de los
animales implicados en los programas de saneamiento por brucelosis.
Asimismo, se completará la actual protección establecida para los
pastos, incluyendo en el sistema garantías por daños directos de
incendio, inundación y lluvia torrencial.
Con carácter experimental, se introduce una cobertura de rendimientos sobre la producción de miel.
En el sector forestal, se extenderá la actual cobertura del seguro a la
superficie ocupada por las masas arboladas, de frondosas o de mezcla de
frondosas y coníferas, actualmente no asegurables.
En acuicultura, por su parte, se incluirá la zona productora de Andalucía en el seguro de acuicultura marina para mejillón.
El desarrollo de nuevas garantías y el perfeccionamiento del sistema de
seguros agrarios es una clave que explica, en opinión de los expertos,
al aumento de la contratación, que ha sido muy significativa en
cultivos como la fresa.
Durante 2010, y tras la incorporación
de nuevas garantías en este sector por los daños por pudrición,
deformaciones, retraso vegetativo y muerte de la planta por
adversidades climáticas, aumentó la contratación un 101,54% respecto al
número de declaraciones formalizadas y del 69,72% respecto a la
superficie asegurada, según la Consejería de Agricultura y Pesca de
Andalucía.