Este año, la Denominación de Origen del vino Montilla-Moriles ha decidido dedicar la cata del vino al escritor Antonio Gala.
El Mayo Festivo cordobés inicia
una de sus múltiples actividades lúdicas, la XXVII edición de la
Cata del Vino Montilla-Moriles, que en esta ocasión homenajea al
escritor Antonio Gala.
La cata del vino cordobés cuenta, hasta el domingo, con la
participación de 24 bodegas y 9 restaurantes -una bodega y
restaurante más que en la anterior edición- y se ha instalado por
primera vez en un recinto en la calle Los Plateros, entre la vía
Carlos Cano y la instalación deportiva de Valdeolleros.
Por diez euros, el visitante puede degustar hasta seis variedades
distintas de vino, que los responsables de las casetas sirven en un
catavinos diseñado para este evento y que, después, se pueden llevar
a casa de recuerdo.
Este año, la Denominación de Origen del vino Montilla-Moriles ha
decidido dedicar la cata del vino al escritor Antonio Gala, un
reconocimiento que, tal y como ha asegurado el secretario del
consejo regulador, Alejandro López Alejandre, era una "deuda
histórica" con el dramaturgo que "presume de los vinos de su
tierra".
Antonio Gala, que ha recibido un catavinos de plata de regalo, ha
relatado, al comienzo de su "cata de agua" pues ha recordado que no
consume bebidas alcohólicas, cómo "el vino fue divino" gracias a la
Dionisio, que más allá de ser "el dios del vino fue la
personificación del vino".
Desde entonces, Gala ha repasado la unión del vino con la
historia del hombre e incluso ha subrayado que el primer milagro de
Jesús tuvo que ver con los caldos de la tierra, cuando en las Bodas
de Caná faltó el vino.
También ha recordado otro momento de la vida de la religión
cristiana, en el que "el vino se convirtió en sangre divina".
En la provincia de Córdoba, existen 7.600 hectáreas cultivadas de
vid, 3.000 viticultores y 109 bodegas.
Gala también ha defendido la candidatura de Córdoba para ser
Capital Europea de la Cultura en 2016, porque "Europa aspira a
parecerse a Córdoba".
El escritor ha pronunciado todo su discurso apoyado en uno de sus
más de 900 bastones, en concreto en "el único que tuvo Manolete" y
que le remitió la madre del diestro después de que Gala interviniera
en un programa de televisión en el que una de las imágenes era la
tumba del matador de toros.