Este estudio tiene una duración de cuatro años y se desarrollará en las provincias de Córdoba, Huelva, Jaén, Granada, Málaga y Almería.
La Consejería de Agricultura, a través del Instituto de
Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la
Producción Ecológica (Ifapa), ha puesto en marcha un proyecto de
transferencia de tecnología y formación que pretende ensayar en seis
comarcas de Andalucía variedades de olivo poco utilizadas o en desuso.
Dichas variedades se encuentran registradas en el Banco Mundial de
Germoplasma del Olivo (BMGO), ubicado en el centro Ifapa ‘Alameda del
Obispo’, de Córdoba, con más de 30 años de historia y que representa la
mayor colección viva de esta especie en todo el mundo.
Aparte de antiguas variedades olivareras andaluzas como la ‘Carrasqueña
de Alcaudete’, ‘Ocal’, ‘Royal de Cazorla’ o ‘Verdial de Huévar’, que
pueden dar óptimos resultados en cuanto a rendimiento y producción, los
investigadores reconocen que existe otra variedad, la ‘Changlot Real’,
de origen valenciano y fácil adaptabilidad a las condiciones
agroclimáticas de algunas zonas de Andalucía y que destaca, sobre todo,
por ser, probablemente, la más resistente a la verticilosis, enfermedad
del olivo causada por un hongo y que provoca la seca y muerte del árbol.
Así pues, este estudio, de cuatro años de duración y que se
desarrollará en las provincias de Córdoba, Huelva, Jaén, Granada,
Málaga y Almería, reviste una gran importancia para el sector olivarero
andaluz, al incrementar la oferta de variedades de interés para este
cultivo, elegidas en función de sus óptimas características
agronómicas, y su gran capacidad de adaptarse a ambientes concretos,
caso de la resistencia a hongos aéreos en Huelva, o a las bajas
temperaturas de la provincia granadina. En la actualidad, sólo las
variedades ‘Arbequina’, ‘Picual’ y ‘Hojiblanca’ representan más del 95%
de la producción viverística de la comunidad autónoma andaluza, cuya
gran riqueza varietal se traduce en más de 120 registros.
Para las tareas de análisis y experimentación, se dispone de 78
parcelas, en fase de plantación, donde hay sembradas una treintena de
variedades de olivo, hasta ahora nunca plantadas, tanto de Andalucía
como del resto de España y países del Mediterráneo. Todas ellas
proceden del Banco Mundial de Germoplasma del Olivo, que constituye un
reservorio genético de esta especie, sin precedentes, y el mayor
referente mundial en la investigación sobre este cultivo.
Colección de más de 400 variedades
El primer objetivo del Banco Mundial de Germoplasma del Olivo es
salvaguardar el patrimonio genético olivarero atesorado durante siglos
de cultivo y expansión por el mundo, y que en muchos casos tiende a
desaparecer, debido a la sustitución de las variedades tradicionales
por las producidas mediante selección y mejora genética.
Actualmente el BMGO mantiene un total de 406 variedades incluidas en
colección, procedentes de 20 países: Albania, Argelia, Argentina,
Croacia, Chipre, Egipto, Francia, Grecia, Irán, Israel, Italia, Líbano,
Marruecos, Méjico, Portugal, España, Siria, Túnez, Turquía y USA.
La historia de este amplio patrimonio genético en materia de olivar
se remonta a 30 años atrás, con motivo de un proyecto que arrancó con
un centenar de variedades de olivo oriundas de España, Italia, Turquía,
Túnez y Portugal y cuyo desarrollo se encargó a investigadores de la
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO) y el Instituto Nacional de Investigación y
Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), con el apoyo del Consejo
Oleícola Internacional (COI) en el ámbito mediterráneo.