Un
grupo de investigadores ha logrado sintetizar y producir a un grado de
pureza única un potente antioxidante natural presente en el olivo, una
molécula con la que desarrollar un nuevo gel que podría frenar la
transmisión del VIH por vía sexual y que ahora se va a probar en
macacos.
La molécula, desarrollada y patentada por la empresa
española de biotecnología Seprox, se pondrá a prueba en un estudio de
dos años financiado por la Comisión Europea con casi dos millones de
euros, y se espera que, tras los resultados en animales, se pueda
avanzar en el desarrollo clínico y el gel pueda estar en el mercado en 5
años.
El proyecto, presentado hoy, comenzará en octubre y será coordinado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
La molécula, el Hydroxytyrosol, es el más potente antioxidante
natural que se conoce, que hasta ahora se extraía de la hoja del olivo;
está presente en el aceite de oliva virgen extra (pero en cantidades muy
pequeñas y variables de unos a otros aceites) y es responsable junto a
otros compuestos fenólicos de su sabor amargo.
El logro de la
empresa ha sido desarrollar un método de síntesis química y enzimática
para producirla a un grado de pureza única, que permite su
industrialización y producción a gran escala.
"Se trata de una
sustancia totalmente nueva y pionera tanto por su mecanismo de acción
como por su estructura química molecular, ya que combina dos mecanismos
diferentes frente al VIH: la actividad antiviral directa y la
antiinflamatoria", ha señalado José Alcamí, jefe de la Unidad de
Inmunopatología del SIDA del Centro Nacional de Microbiología del ISCIII
y coordinador del proyecto.
Aunque el mecanismo de acción no
se conoce al detalle, "hay evidencias" del bloqueo que el Hydroxytyrosol
ejerce sobre la integración del VIH en humanos, según Alcamí.
Por su estructura, diferente a todos los fármacos que se usan en la
actualidad, esta molécula es activa frente a virus resistentes a otros
antirretrovirales, ha continuado.
El proyecto tiene que
cumplir con cuatro objetivos: definir los mecanismos de acción antiviral
de la molécula; definir sus características antiinflamatorias;
formulación del compuesto; y el ensayo en macacos, ha explicado Alcamí,
quien se ha mostrado optimista ante este prototipo, "un fármaco
prometedor".
De la misma opinión es Eduardo Gómez Acebo, gerente de Seprox, quien ha calificado el prototipo de "buen candidato".
No obstante, ha puntualizado que se trata de "una carrera de obstáculos" que hay que ir superando.
El primero de estos obstáculos superados ha sido el de probar la
eficacia y tolerancia del fármaco en un cien por cien en el tubo de
ensayo; "aspiramos a trasladar ese cien por cien a humanos".
Y es que en la actualidad el tratamiento con microbicidas es aún de eficacia limitada -no supera el 40 por ciento-.
De ahí la importancia de este proyecto, según Alcamí, quien ha
mencionado la posibilidad, tal y como apuntan algunos estudios, de
combinar distintos microbicidas para aumentar esa eficacia, "una vía
interesante porque el VIH hay que atacarlo por diferentes flancos".
Alcamí, quien ha recordado que el 90 por ciento de los medicamentos
provienen del mundo vegetal, ha detallado que el desarrollo de
microbicidas, especialmente en forma de cremas de aplicación vaginal,
representa un área de investigación muy activa.
De hecho, la
pasada semana se presentó otro gel que ha superado los experimentos in
vitro con una efectividad del 90 por ciento, del Hospital Gregorio
Marañón y la Universidad de Alcalá de Henares.
Un proyecto y
otro comparten el mismo objetivo pero con distintas estructuras
químicas, según Alcamí, quien ha valorado que de los 40 grupos europeos
que investigan en esta dirección dos sean españoles.
Estos
compuestos son especialmente útiles en determinados contextos socio
culturales, especialmente en África subsahariana o Asia.
Aquí,
las mujeres "estarían perfectamente protegidas con un único sistema de
profilaxis que culturalmente estaría aceptado", según Alcamí.