Andalucía Investiga
Una investigación del Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (IBFV),
centro mixto de la
Universidad de Sevilla y el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), que tiene por objetivo la producción
de biocarburantes a partir de cultivos de microalgas, se pondrá en marcha a
través de una Plataforma Tecnológica de Experimentación de Microalgas instalada
junto a la T4 de
Barajas-Madrid. Las microalgas cultivadas aprovecharán el dióxido de
carbono (CO2) y las aguas residuales generadas por el
aeropuerto y el banco de pruebas de motores de Iberia para alimentarse y crear
biomasa, de la que se obtendrá el biocombustible.
En el mundo existen unas 40.000 especies de
microalgas que subsisten en el planeta desde hace 4.500 millones de años, y que
son seres vivos que proporcionan oxígeno y que constituyen el primer eslabón de
la cadena alimentaria en el agua. Además, contienen ácidos grasos a partir de
los que es posible generar biomasa, de la que se obtienen biocombustibles de
segunda generación capaces de proporcionar energía limpia. También estos
organismos acuáticos eliminan el CO2 que se acumula en la atmósfera,
del que se alimenta para su desarrollo y crecimiento, de tal forma que por cada
kilo de biomasa que genera, elimina un kilo de dióxido de carbono. Para ello,
estos organismos dan lugar, primero, a biomasa, a partir de la que se obtienen
multitud de productos alimentarios y farmacéuticos, además de energía.
Cultivos de microalgas
Por ello, el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis (IBFV) de
Sevilla, centro mixto de la
Universidad de Sevilla y del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC), desarrolla una serie de
investigaciones para producir biocarburantes a partir de cultivos de
microalgas alimentadas por CO2 y aguas residuales que transforman en fuente de
energía. A través de los estudios de estos científicos andaluces, un consorcio
empresarial formado por la empresa AlgaEnergy, Aena
e Iberia, en colaboración
con el CSIC y el Ministerio de Fomento, pondrá en marcha, a partir de
junio, una plataforma tecnológica de experimentación de microalgas en la T4 del aeropuerto de
Barajas-Madrid para producir estos carburantes sostenibles.
La colaboración entre AlgaEnergy y el
IBFV ya ha dado como resultado la obtención de algas que sextuplican la
producción de lípidos, primordiales para la obtención de combustibles
naturales, que actualmente se logra con los cultivos mas eficientes utilizados
para este fin, como son el maíz, la soja o el aceite de palma, entre otros. Además
de la mayor eficiencia energética, las microalgas no desvían a la producción
de biocarburantes cultivos destinados a la alimentación humana, usan una menor
superficie agrícola y no dependen de las condiciones meteorológicas, razones
por las que esos biocombustibles de primera generación han sido,
tradicionalmente, criticados. En esta línea, Augusto Rodríguez-Villa,
presidente de AlgaEnergy, destaca que se trata de un proyecto
"apasionante, de enorme trascendencia", que podrá ayudar a superar
las tres grandes crisis a las que se enfrenta el mundo y que son alimentaria,
energética y medioambiental.
Menos CO2
Esta planta experimental de microalgas de Barajas consumirá aguas residuales
del aeropuerto y captará y reutilizará CO2 generado en estas instalaciones
y en el banco de pruebas de motores de Iberia, con lo que ambas entidades
reducirán sus emisiones de este gas a la atmósfera. Además, tanto Aena
como Iberia
analizarán la utilización del biocombustible que se obtenga en sus vehículos de
plataforma y aeronaves, dado que el 25% de los costes globales de una compañía
aérea se deben al combustible, de ahí la importancia de conseguir reducir la
factura energética para la aviación.
El secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas, destaca que este
proyecto es "pionero" y además se va a desarrollar en España con
tecnología nacional, investigadores de las universidades, con dos empresas muy
importantes como son Repsol e Iberdrola, ambas relacionadas con AlgaEnergy.
Asimismo, indica que este proyecto se inscribe dentro el Plan de Ahorro y
Eficiencia Energética del Ministerio
de Fomento con el que se pretende ahorrar 11.000 millones de euros.
El plan estratégico del proyecto se basa en poner en valor el talento español
en materia de biotecnología de microalgas, a la vez que se mejoran los procesos
biológicos y reducen los costes de producción para obtener nuevos productos que
sean comerciales y rentables, a la vez que sostenibles con el medio ambiente.