Analizando las noticias aparecidas en los medios de comunicación durante los últimos días, cada vez resulta más evidente que las distintas medidas aprobadas por el Gobierno de España quizás lleguen tarde y no sean las suficientes para cumplimiento de los compromisos adquiridos con respecto al Protocolo de Kioto.
Con los diferentes planes y normativas como el Plan de Asignación, el Plan de Energías Renovables, el de Eficiencia Energética y el Código Técnico de la Edificación, el ejecutivo español se ha propuesto frenar las emisiones de dióxido de carbono (CO2), aunque con los datos en la mano parece que dichas medidas puedan ser insuficientes, ya que España, a día de hoy, es el país industrializado de la Unión Europea que más se aleja del cumplimiento del Protocolo de Kioto, dato que se desprende el último estudio elaborado por el Departamento de Medio Ambiente de Comisiones Obreras, lo que puede costar a las arcas del Estado entre 3.000 y 15.000 millones de euros en cinco años.
La verdad es que el problema de la contaminación ambiental causante del efecto invernadero está año a año ¿subiendo grados¿ como un vino que fermenta en una bodega, aunque en este caso la bodega es nuestro planeta, y el vino es nuestro clima.
De continuar con la tendencia actual, podemos estar asistiendo a un proceso irreversible global que no sabemos hacia dónde nos conducirá. Aunque lo que si conocemos, a tenor del aumento de emisiones, es que el próximo Plan Nacional de Asignación de Derechos de Emisión 2008-2012 será mucho más restrictivo con las empresas
En este contexto, resulta palpable la creciente preocupación de la Unión Europea que no tendrá más remedio que sancionar a los países que no cumplan con los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que en su día firmaron, entre ellos, España.
Para la Asociación de Empresas del Sector Medioambiental de Andalucía (AESMA), una de las soluciones para actuar desde nuestro entorno local hacia el problema global que supone el cambio climático, es la de proceder por parte de los distintos agentes sociales hacia una mayor sensibilización social frente a este problema, mediante la educación ambiental y la información científica contrastada, porque la tozuda realidad es que economías emergentes como la china y la hindú van a agravar aún más el problema, y nuestras emisiones continúan creciendo, la población mundial sigue aumentando, el consumo por persona de la mayoría de nosotros no se detiene, presentándonos un futuro no muy halagüeño.
Para que no se actúe demasiado tarde y podamos evitar que sigan aumentando los números de fallecidos debido a la contaminación ambiental, que hace unos días la Ministra de Medio Ambiente de España, Cristina Narbona, cifraba en 16.000 personas en nuestro país anualmente, debemos exigirnos tanto individualmente como colectivamente evitar el agotamiento del flujo de recursos mediante el uso de materiales biodegradables y reciclables, tenemos que optimizar nuestras infraestructuras (transporte, producción de alimentos, urbanismo sostenible, construcciones bioclimáticas, etc.), debemos de forma urgente cambiar los sistemas energéticos basados en los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el gas, hacia otras fuentes de energías renovables como la solar o la eólica y, por último, cambiar nuestros hábitos de consumo, ya que un mayor consumo no debiera producir en el ser humano una mayor satisfacción.
En definitiva, tendremos que educar a las nuevas generaciones para adaptar nuestros modos de vida hacia unos más sostenibles.
Otra de las máximas para combatir el cambio climático, es la aplicación de los diferentes criterios y técnicas medioambientales por parte de empresas y profesionales especializados.
Como les comentaba el pasado mes de marzo, las empresas asociadas a AESMA son las más reconocidas entre las que desarrollan tecnologías y servicios medioambientales dentro de la comunidad andaluza y previenen con su actividad la emisión de gases de efecto invernadero antes mencionada, paliando en gran medida la contaminación medioambiental, por lo que desde todos los ámbitos públicos y privados deben tener el apoyo y el reconocimiento que merecen por tan destacada y necesaria labor.
Si actuamos desde lo local hacia lo global, desde lo individual a lo colectivo. Si todos nos concienciamos, si aplicamos parte o todos los criterios que he mencionado anteriormente, a lo mejor aún no es demasiado tarde. Saludos.
