Los llamados ganaderos "toristas" apoyarn la diversidad de encastes "contra la estandarización del toro".
Un grupo de ganaderos de los hierros que más
demandan los aficionados, los llamados "toristas", han coincidido en
apoyar la diversidad de encastes "contra la estandarización del toro",
según las conclusiones de una mesa redonda celebrada en Madrid.
En el encuentro, patrocinado por la Unión de Criadores de Toros de
Lidia (UCTL) y coordinado por su secretaria general técnica, la
veterinaria Isabel Carpio, han participado los representantes de hierros
con tan vieja tradición como Pablo Romero (José Luis Alcora), Saltillo
(José Joaquín Moreno Silva), Miura (Eduardo Miura) y la Casta Navarra
(Miguel Reta).
Miura, propietario de la legendaria divisa que
fundó su tatarabuelo en 1842, hace 170 años, señaló que los secretos
para que su ganadería haya perdurado tanto en el tiempo han sido
"trabajo, constancia, afición y suerte", además de ser "fiel a una línea
ganadera que nunca ha sido alterada".
De sus toros dijo Miura
que son "animales morfológicamente únicos, por su largura, altura y su
viveza. Son como avispas, puro nervio a la mínima que se les inquieta,
por lo que hay que andarles con tranquilidad, a su aire, para que no se
den cuenta que los están desengañando".
"Lo importante es no
perder la impronta personal, apostar por un tipo de toro que es el que
toda la vida se ha criado en mi casa. El futuro dependerá de nosotros,
si somos capaces de huir de la monotonía del 'monoencaste'. Y desde
luego que los toreros y empresarios apuesten por la variedad de
encastes", finalizó Miura
Moreno Silva abogó por cambiar el
actual concepto empresarial: "que los carteles se hagan en función del
toro, es lo que agradecerá el aficionado". Y puso el ejemplo de Francia,
donde se le da todo el protagonismo al toro, y donde precisamente él
encuentra mejor salida para la venta de sus toros.
"Hay que
buscar soluciones en lugar de tantas lamentaciones", enfatizó Moreno
Silva, quejándose también de que "son doce o catorce los toreros que más
torean, siempre con las mismas doce o catorce ganaderías".
Para Alcora, una de las principales inquietudes es "acercarse a las
necesidades del toro actual pero sin cambiar la identidad de cada
ganadería y de cada encaste".
Alcora expresó su inquietud
porque en la lidia actual pueda valorarse el trabajo del ganadero, para
lo que se necesita la colaboración del torero.
"Lamentablemente muchos toreros no miran más allá de los quince años que
suelen estar en activo. Y es necesario que hicieran un esfuerzo,
aportando parte de lo que reciben del toro. Es algo que quedaría en 'la
Fiesta' para siempre y que lo agradecería sobre todo el aficionado",
enfatizó el representante de Pablo Romero.
Miguel Reta,
especialista en recuperación de razas autóctonas en peligro de
extinción, hizo una "apuesta personal" por recuperar un encaste
desestimado para el toreo a finales del siglo XIX, y que "en la
actualidad cuenta con 850 hembras y 35 machos con identidad genética
propia, en 16 ganaderías de Navarra, de los que ya hay 32 hembras y 2
machos aprobados para la lidia".
Reta se confesó "un viejo
romántico", y de ahí su apuesta por "recuperar un encaste tan bonito con
la Casta Navarra, una tarea en la que se está trabajando desde 1996, y
que ya ha empezado a dar sus frutos en becerradas y novilladas sin
picadores".
De los pocos toreros importantes de la actualidad
comprometidos con este proyecto, citó a "Juan José Padilla y Alberto
Aguilar, que están colaborando en la práctica de tientas duras, la
escenificación de un toreo a la antigua".
"Desde esos
planteamientos -explicó Reta- estamos buscando la toreabilidad de unos
toros que no emocionan precisamente por su presencia, ya que son más
bien terciados, pero que aportan mucho interés por el nervio que
desarrollan".