La lista incluye un total de 222 efectos benéficos que han sido científicamente probados.
La Comisión Europea (CE) aprobó un nuevo
listado de las menciones concretas sobre efectos benéficos para la salud
que podrán aparecer en el etiquetado de alimentos, como la importancia
del calcio para los huesos o la de la vitamina C para el sistema
inmunitario.
La lista incluye un total de 222 efectos
benéficos que han sido científicamente probados, y ha sido elaborada con
objeto de "eliminar menciones engañosas" del mercado antes de finales
de año, según anunció el Ejecutivo comunitario en un comunicado.
Las menciones que no cuenten con respaldo científico deberán ser
retiradas del mercado en un plazo transitorio que concluye a principios
de diciembre, y facilita la "claridad legal" y los procesos
administrativos para los fabricantes, según la CE.
El listado,
aunque ya cuenta con el visto bueno de la Eurocámara y de los
Veintisiete, aún no ha sido completado, ya que aún pueden añadirse
nuevas menciones que están aún siendo evaluadas por la CE en base a los
últimos datos científicos disponibles.
Entre las menciones que
por ahora no están incluidas destacan unas 2.200 referentes a productos
de base botánica, que la CE ha decidido mantener temporalmente fuera
del proceso y analizar por separado.
Muchas de estas
sustancias de origen vegetal están también presentes en productos
homeopáticos o de medicina "natural", por lo que la Comisión considera
que deben ser tratados por separado y evitar así la confusión entre las
distintas normas de etiquetado de alimentos y medicamentos.
También se han quedado fuera de la lista algunas menciones sobre los
efectos benéficos de bacterias y otros microorganismos para los que no
existían "suficientes pruebas científicas", según la CE, que señaló que
éstos podrán ser autorizados.
El listado, que será publicado
próximamente en internet, marca "un hito en la regulación de las
menciones sanitarias en los alimentos", según destacó el comisario
europeo de Sanidad y Consumo, John Dalli.
Una vez que esta
normativa entre el vigor, las autoridades nacionales competentes deberán
supervisar que los alimentos vendidos se ajustan al listado.
A
nivel europeo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) es
el organismo encargado de analizar la evidencia científica en cada caso.
El listado se basa en una normativa de 2006 sobre protección de los
consumidores y claridad legal para los fabricantes, que establece que
toda mención sanitaria en el etiquetado de alimentos debe ser "precisa,
comprensible, veraz, comprensible y científicamente probada".