La apertura de nuevos usos del aceite de oliva ya llevó en 2006 a tres empresas cárnicas andaluzas a comercializar embutidos elaborados con aceite de oliva.
La caída de la demanda de los embutidos
tradicionales -entre otros motivos por su contenido en grasas saturadas
animales- llevó a José Luis Luque a iniciar la producción de salchichón y
chorizo con aceite de oliva en su empresa cárnica de Fuensanta de
Martos, en Jaén.
"La gente quería los productos de siempre,
pero no podían porque los veían 'pecaminosos' por su contenido en grasas
saturadas", ha explicado Luque. Por ello, se decidió hace unos años a lanzar esta nueva línea de producción con la ayuda "del mar de olivos que nos rodea".
Según ha señalado, la idea fue "unir lo que teníamos tan cerca a lo
que hemos hecho siempre", ya que en esta empresa familiar se trabaja
desde hace décadas en la producción de "todo lo que sale del cerdo".
Para ello, el primer paso fue ampliar sus instalaciones y comprar la
maquinaria necesaria, para lo que recibió ayuda al desarrollo rural por
parte de la Grupo de Desarrollo Rural (GDR) de la Sierra Sur de Jaén.
Después, comenzó a realizar pruebas en su pequeño laboratorio hasta
que consiguió el producto que había imaginado, con la textura, el aroma y
el sabor que buscaba.
Un par de años después ya producen y
comercializan de 15.000 a 20.000 piezas por campaña, que se distribuyen
sobre todo en la zona, aunque "cada vez son más las peticiones que les
llegan a través de Internet", ha añadido.
Aunque el producto
"está funcionando y llenando su nicho de mercado", la crisis también se
ha hecho notar en este negocio, hasta el punto que se ha frenado el
lanzamiento de otro producto, la morcilla con base de aceite de oliva.
La apertura de nuevos usos del aceite de oliva ya llevó en 2006 a
tres empresas cárnicas andaluzas a comercializar embutidos elaborados
con aceite de oliva virgen en sustitución de las grasas animales, en el
marco del proyecto Olivíssimo.
La iniciativa, respaldada por
instituciones como la Junta de Andalucía o la Diputación de Jaén,
proponía sustituir el 40% de las grasas de salchichas, mortadelas,
chóped o patés por grasa monosaturada.