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Los diputados de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) pidieron hoy que se proteja en la Unión Europea el origen español y portugués de la sangría (clarea, en el caso luso), de modo que los productos similares de otros países no puedan utilizar este nombre.

El informe, relativo a una propuesta de Reglamento sobre la protección de las indicaciones geográficas de los productos vitivinícolas aromatizados, defiende que se puedan aplicar "disposiciones particulares" en el caso de los productos tradicionales, como la sangría.

"No nos quedamos con la patente, se podrá seguir fabricando en otros países pero bajo tendrá que ser vendida como 'bebida aromatizada a base de vino' u otro nombre e indicar en qué país se ha fabricado", explicó a Efe el diputado socialista español Andrés Perelló, uno de los impulsores de esta medida.

"Consideramos que es un producto autóctono, la sangría se relaciona con España y la consideramos propia", defendió Perelló, quien señaló que este tipo de protecciones se aplican ya en el caso de otros productos como el Champán francés, que debe ser llamado "vino espumoso" si se fabrica en otras zonas.

El eurodiputado mostró su confianza en que el informe pase sin problemas por el pleno del Parlamento Europeo en su reunión de junio o de julio.

Posteriormente, tendrá que ser respaldado por el Consejo de la Unión Europea para su entrada en vigor, proceso en el que Perelló descartó que haya problemas, ya que aseguró que varios Estados miembros se han mostrado receptivos.