La Junta refuerza las medidas de protección para aves acuáticas, helechos, peces continentales y hábitats litorales y de alta montaña.
El Consejo de Gobierno
ha aprobado los planes de recuperación y conservación de cinco
conjuntos de animales y plantas incluidas en el Catálogo Andaluz de
Especies Amenazadas: aves de humedales; helechos; peces e invertebrados
de medios acuáticos epicontinentales; flora y fauna de las altas
cumbres, y flora y fauna de las dunas, arenales y acantilados costeros.
Los documentos, que se suman a los aprobados el pasado año
para el águila imperial, el lince, el pinsapo, las aves necrófagas y las
esteparias, incluyen tanto medidas dirigidas a la recuperación de las
poblaciones como a reducir las amenazas y proteger sus hábitats actuales
y las posibles áreas de expansión. La cifra total de especies incluidas
en esta nueva planificación asciende a 133, de las cuales 105 son de
flora y 28 de fauna.
Junto con los objetivos ecológicos, los planes fijan también
como prioridad la generación de mano de obra en las zonas rurales y la
mejora de la gestión de los recursos naturales en las zonas de
aplicación. En esta línea, incorporan el modelo de colaboración
público-privada impulsado por la Consejería de Medio Ambiente para la
protección de especies amenazadas, que actualmente se concreta en 547
convenios con particulares y propietarios de fincas y en la realización
de proyectos en más de 223.000 hectáreas de la comunidad autónoma.
El primero de los planes aprobados, para las aves de los
humedales, incluye una especie catalogada como vulnerable –el águila
pescadora– y seis en peligro de extinción: el avetoro, la cerceta
pardilla, el porrón pardo, la malvasía cabeciblanca, la focha moruna y
la garcilla cangrejera.
Respecto al porrón pardo y el águila pescadora, las
prioridades del plan son consolidar la presencia de estas especies tras
los programas de reintroducción llevados a cabo en Doñana y en las
Marismas del Odiel y los embalses gaditanos de Barbate y Guadalcacín,
respectivamente. Este objetivo de consolidación también se establece
para la malvasía cabeciblanca y la garcilla cangrejera, dos especies que
estuvieron al borde de la extinción y que ahora recuperan sus
poblaciones en diversos humedales andaluces, principalmente las lagunas
del Sur de Córdoba y las marismas del Guadalquivir.
El ámbito del plan de recuperación y conservación de estas
siete especies de aves abarca tanto las 114 zonas húmedas incluidas en
los actuales espacios naturales protegidos, con una superficie de más de
73.000 hectáreas, como otros enclaves donde también se localizan o que
pueden ser hábitats potenciales.
Andalucía posee el patrimonio de humedales más rico y mejor
conservado de la Península Ibérica, con áreas de la importancia de
Doñana, la Bahía de Cádiz, los complejos lagunares de Sevilla y el Sur
de Córdoba, la Albufera de Adra, las salinas del Cabo de Gata o la
laguna de Fuente de Piedra. Las zonas húmedas andaluzas representan el
56% de las superficies inundables que existen en España.
Helechos y peces
El Plan de Recuperación y Conservación de Helechos se
desarrollará en los principales territorios de la comunidad autónoma
donde sobreviven estas especies, características del periodo Cuaternario
y adaptadas a hábitas húmedos, cálidos y umbrosos. Estos enclaves son,
fundamentalmente, los parques naturales de Los Alcornocales
(Cádiz-Málaga); Sierra Nevada (Granda-Almería); Sierras de Tejeda y
Almijara (Granada-Málaga), Sierra de Grazalema (Cádiz-Málaga) y Estrecho
de Gibraltar (Cádiz).
El documento aprobado incluye una especie extinta, tres
vulnerables y diez en peligro de extinción. Entre estas últimas
destacan, por su situación crítica, las denominadas 'Christella
dentata', 'Diplazium caudatum', 'Asplenium marinum' y 'Psilotum nudum',
todas ellas con escasos ejemplares en las sierras de Algeciras. Entre
las medidas de conservación y recuperación previstas para los helechos
andaluces destacan las dirigidas a paliar su aislamiento genético y a
evitar la desaparición de la cobertura arbórea que les proporciona
humedad y sombra.
Por su parte, el Plan de Recuperación y Conservación de
Peces e Invertebrados de Medios Acuáticos Epicontinentales incluye ocho
especies en peligro de extinción y siete vulnerables, todas ellas
afectadas por amenazas como la degradación de los hábitats y, sobre
todo, por la competencia de animales exóticos reintroducidos. Este
último problema ha generado, entre otros efectos, la reducción a la
mitad de las poblaciones de fraile y la situación crítica del cangrejo
de río autóctono.
Las ocho especies en peligro de extinción son el fartet, el
salinete, el esturión, la lamprea marina, el jarabugo, la bogardilla y
el cangrejo de río, además de la libélula 'Iberocypris palaciosi'. Entre
las vulnerables destacan, además del fraile, diversas especies de
libélulas y caracoles. Para la recuperación de estos peces e
invertebrados, el plan define un área coincidente con el dominio público
hidráulico de los cauces fluviales y embalses andaluces, además de
otros cien metros de zona de policía en cada una de las márgenes.
Altas cumbres y litoral
En cuanto a las especies de las altas cumbres, el plan
aprobado por el Consejo de Gobierno establece medidas de protección para
56 de flora (dos extintas, 29 en peligro de extinción y 25 vulnerables)
y cinco de fauna (dos mariposas en peligro de extinción y una hormiga,
un saltamontes y una mariposa en la categoría de vulnerables).
La flora incluida corresponde en su mayor parte a especies
exclusivas de las Sierras Béticas de Andalucía y especialmente a Sierra
Nevada, considerado el enclave de mayor biodiversidad de la región
mediterránea occidental, con más de 80 endemismos botánicos y 2.100
plantas vasculares (casi el 30% del total de la España peninsular).
De igual modo son exclusivas de Andalucía las tres mariposas
que figuran en el plan: la 'Agriades zullichi' y la 'Polyommatus
golpus', endemismos de Sierra Nevada, y la 'Agrodiaetus violetae', de
Sierra Almijara.
Las especies de las altas cumbres andaluzas son
especialmente sensibles a las amenazas del cambio climático,
especialmente las más vinculadas a ambientes húmedos, así como al
sobrepastoreo, la recolección ilegal y la presión turística. Para evitar
estas agresiones, el documento establece un ámbito de aplicación que
abarca tanto los hábitats actuales como las áreas potenciales de
reintroducción. Como norma general se incluyen todas las zonas
montañosas del Sistema Bético por encima de la cota de 1.500 metros.
El último plan de los planes aprobados por el Consejo de
Gobierno, referido a las dunas, arenales y acantilados costeros,
establece medidas de protección para 35 especies de flora (20 de ellas
exclusivas de Andalucía) y una de la fauna (la hormiga 'Goniomma
compressisquama', endémica de la provincia de Almería).
De las plantas incluidas, una se considera extinta (la
'Elizaldia calycina', desaparecida de la Bahía de Cádiz); 10 están en
peligro de extinción y 24 se catalogan como vulnerables. Entre las más
amenazadas destacan los endemismos 'Diplotaxis siettiana' (isla de
Alborán), 'Limonium malacitanum' (costas de Granada y Málaga),
'Taraxacum gaditanum' (arenales del litoral norte gaditano), 'Onopordum
dissectum' (Doñana) y 'Antirrhinum charidemi' (Cabo de Gata, Almería).
El ámbito del plan se extiende a todas las áreas de
distribución y expansión potencial de estas plantas en los más de 1.100
kilómetros de litoral andaluz. Junto con las zonas más vinculadas a las
especies, el documento de planificación también establece medidas para
los ecosistemas que las albergan, especialmente pinares, enebrales,
alcornocales y acebuchales costeros.