El cultivo de la remolacha de secano en Andalucía se perderá en un 80% por la falta de precipitaciones.
El 80% de la remolacha de secano en
Andalucía se perderá este año por la falta de precipitaciones, aunque el
regadío permitirá salvar los datos de producción finales hasta alcanzar
la cuota asignada a esta Comunidad por la Unión Europea, 553.000
toneladas de raíz y 72.000 de azúcar.
Así lo ha avanzado el secretario general de la Federación de Grupos Remolacheros de
Andalucía, Manuel Pérez Becerra, quien ha detallado que este año se han
cultivado 7.500 hectáreas (la siembra en esta región es otoñal), pero
serán las ubicadas en regadío las que aportarán unos buenos rendimientos
a los agricultores durante la próxima recolección estival.
Estas cifras serán inferiores a las del año pasado -cuando Andalucía
contó con 9.839 hectáreas y 613.681 toneladas- y también a la media del
período 2007-2010 (15.066 hectáreas y 853.574 toneladas), según datos de
la Consejería de Agricultura.
Pérez Becerra ha recordado que
los altos precios de la materia prima en el mercado internacional
benefician sólo a la industria, que no repercute esas alzas en los
productores que -puntualiza- tienen una rentabilidad "escasa",
equivalente a la del trigo, pese a que los costes de la remolacha se
multiplican por tres.
Siguen con la actividad los remolacheros
-apunta- "quienes no tienen más remedio" por falta de alternativas o
porque cuentan con mano de obra familiar, cuyo coste no contabilizan en
la cuenta de resultados de las explotaciones, en su mayoría de sólo 2
hectáreas.
El secretario provincial de COAG-Cádiz, Miguel
Pérez, ha recordado la situación "privilegiada" de los recursos hídricos
disponibles en Andalucía para el cultivo -frente a la "debacle" que se
vivirá en los secanos si no llueve-, aunque la obligación de regar
aumentará los costes de la factura de agua y energía.
Calcula
asimismo en 7.600 hectáreas de remolacha las que se han sembrado este
año en Andalucía, de las cuales 2.400 corresponden a la provincia de
Cádiz (900 de ellas, de secano), frente a las 5.200 hectáreas de
Sevilla, donde predomina el regadío.
Discrepa del resto de
organizaciones en cuanto a los rendimientos previstos y, de hecho, ve
complicado alcanzar la cuota de 553.000 toneladas en la Comunidad,
aunque sí coincide en denunciar que el cultivo está "cogido con pinzas"
en términos de rentabilidad.
En su opinión, es vital que la
industria Azucarera apueste por contratos a largo plazo con los
productores con incentivos más ambiciosos para asegurar que las siembras
continúan en el futuro.
El responsable sectorial de UPA, Juan
Sánchez, añade que el bajo precio ha provocado que muchos agricultores
no siembren este año, con lo que la superficie de siembra se ha reducido
en 3.000 hectáreas, según sus cálculos.
Y todo pese a los
incentivos que promete la industria, a los que califica de "engaño", al
requerir unos rendimientos muy difíciles de conseguir, sujetos además a
la imprevisible climatológica.
Sánchez coincide con el Grupo
Remolachero en que se conseguirá, pese a todo, alcanzar las 500.000
toneladas de cupo andaluz de remolacha, gracias al regadío.
No
obstante, aclara que el campo "está en la UVI" y si no llueve lo
suficiente podría haber problemas importantes también en el regadío para
el próximo año.
Ha asegurado que los agricultores de la
comarca del Bajo Guadalquivir andaluz están "al borde del abismo"
después de la última reforma de la OCM del azúcar que provocó el cierre
de todas las industrias (menos la de Jerez, de la firma Azucarera) y la
reducción de 40.000 a tan sólo 7.000 las hectáreas desde 2006.
"Estamos al albur de los intereses de las multinacionales", ha
argumentado Sánchez, en un momento en el que son muy altos los costes de
gasóleo, energía, fitosanitarios y otros insumos.
Las
organizaciones agrarias coinciden en apuntar que este año el maíz y el
algodón en regadío se convertirán en las principales elecciones de
cultivo en el Bajo Guadalquivir sevillano y gaditano, frente a las
caídas que experimentarán remolacha y tomate industrial por falta de una
adecuada rentabilidad.
