Medio Ambiente colaborará con el Granada CF para reducir la contaminación acústica y lumínica.
El Observatorio de Cambio Global de Sierra Nevada, desarrollado por la Consejería de Medio Ambiente
en este espacio natural en colaboración con la Universidad de Granada,
ha presentado su metodología de seguimiento de los procesos de cambio
climático, con lo que se convierte en el primer espacio protegido
español que se dota de todos los protocolos de gestión para la
evaluación, minimización y adaptación a los impactos del cambio global.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha
asistido a la presentación de este documento en unas jornadas de trabajo
que reunirán en Granada a 150 especialistas en la materia. Díaz Trillo
ha resaltado que Sierra Nevada, un territorio especialmente vulnerable
al cambio climático, aporta también con la investigación importantes
herramientas para adaptarse mejor a los escenarios climáticos del
futuro.
El Observatorio de Sierra Nevada constituye una de las 27
reservas de la biosfera mundiales seleccionadas por la Unesco para
analizar el cambio climático en el planeta. Thomas Schaaf, responsable
de la iniciativa Cambio Climático y Alta Montaña del programa Hombre y
Biosfera (MaB) del organismo internacional, ha sido el encargado de
abrir estas jornadas en las que se presentan las líneas de investigación
y gestión desarrolladas en este programa, integrado también en las
redes LTER-España y EnvEurope.
La elaboración y edición de las metodologías de seguimiento
en Sierra Nevada han permitido la fijación de 48 protocolos adaptados a
los criterios de la estrategia internacional GLOCHAMORE (Cambio Global
en Regiones de Montaña), auspiciada por la Unesco. El Observatorio de
Sierra Nevada se dota así de un sistema de trabajo de validez
internacional que cubre todos los aspectos considerados claves por la
comunidad científica para evaluar los efectos del cambio global en
regiones de montaña.
En total, se obtienen en el espacio natural 130 variables
diferentes en aspectos como la climatología, cubierta de nieve, los
sistemas acuáticos, los cambios en la química atmosférica, las
enfermedades emergentes, repercusiones sobre la biodiversidad,
evaluación de la gestión, productividad primaria y flujos de carbono o
socioeconomía.
El análisis de estos datos permite ya evaluar algunas de las
consecuencias del calentamiento global en estas montañas. El Centro
Andaluz de Medio Ambiente (CEAMA), de la Universidad de Granada, ha
concluido que en los últimos diez años ha habido una reducción de unos
12 días en la duración promedio de la nieve natural en la pista de
esquí. También desde el CEAMA se ha establecido un modelo hidrológico
para el espacio natural en que se observa un aumento de dos grados en
las temperaturas que provocará en 2050 un descenso del 45% en la
cantidad de nieve caída, así como su desaparición casi un mes antes.
La transferencia del conocimiento científico a la gestión
del espacio natural protegido es uno de los vértices principales de este
proyecto que promueve una gestión adaptativa de los recursos naturales,
mejorando su conservación y aprovechamiento ante los nuevos escenarios
climáticos. El Parque Nacional y Parque Natural de Sierra Nevada ha
incorporado ya estos principios a sus planteamientos técnicos y las
actuaciones prácticas de gestión.
José Juan Díaz Trillo ha señalado que también se está
impulsando, en colaboración con distintos centros de investigación de la
comunidad autónoma, la Red de Observatorios de Cambio Global de
Andalucía, integrada por los centros de Sierra Nevada, especializado en
las zonas de alta montaña; Doñana, dedicado a humedales; zonas Áridas de
Almería y El Estrecho.