Díaz Trillo subraya la evolución favorable de esta especie gracias a los trabajos realizados en el marco del Proyecto Life Lince de la UE.
El consejero de Medio Ambiente,
José Juan Díaz Trillo, ha asistido a la liberación de tres ejemplares
de lince ibérico, de unos diez meses de edad, en la zona de
Guadalmellato (Córdoba). Con esta suelta se refuerza la incipiente
población de esta especie en la zona, que cuenta ya con 18 ejemplares, a
los que se suman estos tres. El responsable de Medio Ambiente ha
destacado que tanto esta población como las demás existentes en
Andalucía evolucionan de manera favorable, como lo demuestran los censos
presentados recientemente, gracias a los trabajos realizados en el
marco del Proyecto Life Lince que lidera Andalucía con la cofinanciación de la Unión Europea.
Díaz Trillo también ha adelantado que, por primera vez este
año, todos los ejemplares que se prevé liberar tanto en Guadalmellato
como en Guarrizas provienen del programa de cría en cautividad, tras el
éxito de la experiencia de años anteriores en estas áreas, donde también
se trasladaban animales capturados de las poblaciones de Andújar y
Doñana.
Los hermanos Hulla e Hispano, nacidos en el centro de cría
de El Acebuche, junto a Hierba, nacida en La Olivilla, son los
ejemplares juveniles liberados ahora mediante la técnica de suelta
blanda en una finca privada colaboradora del programa Life. Estos
animales pasarán un tiempo en cercados de cuatro hectáreas adaptándose a
la vida en libertad para, más tarde, ser liberados completamente. Ésta
ha sido la técnica utilizada hasta ahora en la liberación de ejemplares
procedentes de cría en cautividad, aunque, según ha avanzado el
consejero de Medio Ambiente, este año se van a realizar también sueltas
duras con ellos para conocer mejor sus resultados antes de abordar las
liberaciones de ejemplares en territorios de Portugal, Castilla-La
Mancha y Extremadura, tal y como prevé el proyecto Life Iberlince.
Guadalmellato, donde se inició la reintroducción del lince
ibérico en 2009, cuenta a partir de ahora con una población de 21
ejemplares. Entre ellos, los ocho linces que han sobrevivido de los 11
nacidos en total en la zona. Los esfuerzos de los técnicos del programa
Life están dedicados actualmente a afianzar esta incipiente población
con la previsión de que, el total de seis ejemplares que se liberen en
2012, mejore la proporción de sexos, que actualmente está inclinada
hacia los machos, y favorezca la máxima variabilidad genética.
Los tres ejemplares de lince ibérico liberados habían
seguido desde su nacimiento un programa de preadaptación, consistente
fundamentalmente en comprobar y fomentar sus aptitudes de caza, de huída
del ser humano y de relaciones intraespecíficas. Actualmente se están
preparando también para su liberación en los centros de cría andaluces
otros 13 ejemplares (cinco machos y ocho hembras) nacidos en 2011. Tres
camadas son entrenadas en La Olivilla y otras tres en El Acebuche.
Mediante un sistema de videovigilancia durante las 24 horas
del día se evalúan sus comportamientos y aptitudes antes de proponer
para su liberación a aquellos que superen todo el proceso de aprendizaje
y demuestren su capacidad para tener una vida independiente en el medio
natural.
En la temporada de cría 2010/11 han sobrevivido 25 cachorros
de los nacidos en cautividad, aunque una parte de ellos permanecerán en
los centros para mantener la variabilidad genética y poder seguir
trabajando en este programa.
Proyecto Iberlince
La Junta de Andalucía lidera el actual proyecto Life
Iberlince para la reintroducción del lince ibérico. Esta iniciativa,
amparada por la Unión Europea, aúna a 18 socios, entre ellos
administraciones, empresas, asociaciones y organizaciones no
gubernamentales, bajo el objetivo común de aumentar la población de este
felino en un 66% en los próximos cinco años, lo que permitiría rebajar
un peldaño el grado de amenaza de la especie según los criterios de la
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
Entre los objetivos marcados por este tercer proyecto está
restaurar la distribución histórica del lince ibérico a través de las
áreas de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Portugal, así como
incrementar el número de ejemplares y de poblaciones, estableciendo
nuevas áreas identificadas como apropiadas para la reintroducción.