La consejería destaca el incremento en el número de parejas de cría que ha experimentado la cerceta pardilla.
Los últimos censos de la Consejería de Medio
Ambiente y la Estación Biológica de Doñana en el espacio natural
confirman que el buen estado de las marismas y el año hídrico han
favorecido en 2011 la llegada y reproducción de 48 especies de aves
acuáticas diferentes, 13 de ellas amenazadas.
Entre las
especies amenazadas, la consejería destaca el
incremento en el número de parejas de cría que ha experimentado la
cerceta pardilla, pasando de siete censadas en 2010 a unas 70 parejas
este año.
También se subraya el crecimiento que ha
experimentado la focha moruna, que ha pasado de 51 parejas de cría a 67,
o el morito, que ha experimentado un aumento de 5.267 parejas a 8.645.
En el grupo de aves acuáticas amenazadas también destaca la mayor
presencia reproductora de garcillas cangrejeras, con 257 parejas frente a
las 191 de 2010, y garcetas grandes, una especie que se asienta como
reproductora en Doñana, tras pasar de dos parejas en 2010 a 28 las
registradas en el último conteo.
Asimismo, se ha incrementado
la presencia de canasteras, con 2.670 parejas registradas frente a las
950 parejas de 2010; los zampullines cuellinegros (1.118 parejas), o las
garzas imperiales (3.659 parejas).
Respecto a las aves más
comunes, la Junta destaca por su elevado número las más de 5.000 parejas
que se reprodujeron en el Espacio Natural de Doñana en 2011 y cuyo
éxito reproductor se cifra en al menos 1.500 pollos los que lograron
volar.
Tanto los flamencos como los martinetes (2.828 parejas)
o gaviotas picofinas (498 parejas) están en cifras similares a las del
anterior censo reproductor llevado a cabo en 2010.
La llegada
de aves acuáticas a Doñana se viene produciendo desde el mes de
noviembre con el avistamiento de los primeros bandos invernantes de
ánsar común y grullas.
Cada año se dan cita unas 500.000 aves
en este espacio natural, y la máxima concentración de aves invernantes
se alcanza en los meses de diciembre y enero, aglutinando cerca del 70 %
de toda la avifauna invernante en los humedales andaluces.
De
este modo, las especies procedentes de Europa central aprovechan las
épocas de mayor abundancia de recursos hídricos y las temperaturas más
suaves en su ruta migratoria hacia África.
En Doñana, los
grupos de especies identificadas más numerosas son anátidas y limícolas,
el pato cuchara y el ánsar común, y destacan también las grullas y
agujas colinegras, entre otras.
La invernada se verá
favorecida por la estabilidad en cuanto a las condiciones hídricas del
espacio, favorecidas por la abundancia de lluvias del pasado invierno,
que permitieron el mantenimiento de los humedales.
La
Consejería de Medio Ambiente afirma que mantiene su compromiso de
restaurar los niveles piezométricos a través del control de las
extracciones de agua para la agricultura del entorno.