Según las organizaciones, se trata de "un golpe más al sector", que "no va a permitir el mantenimiento de muchas explotaciones".
Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y
UPA han anunciado una protesta por los 800.000 euros que adeuda la
Junta a las ocho Agrupaciones para la Defensa Sanitaria Ganadera (ADSG)
de Granada, y han advertido de que eliminar las ayudas significaría
"abrir la puerta a enfermedades erradicadas"
Así lo ha
asegurado el secretario provincial de la UPA,
Nicolás Chica, que ha indicado que la protesta tendrá lugar el próximo
viernes ante la Delegación de la Consejería de Agricultura, y con ella
se unen a las movilizaciones también iniciadas en otras provincias
andaluzas por una deuda que asciende a diez millones en toda Andalucía,
según sus datos.
"La legislación nacional y europea exige que
todos los rebaños sean sometidos a pruebas sanitarias para comprobar su
buen estado", ha recordado el secretario provincial de Asaja, Manuel
del Pino, que ha explicado que esta función antes la cumplía la Junta
con recursos propios, pero desde hace tiempo la llevan a cabo las ADSG
con subvenciones de la administración andaluza que cubren un 80% del
coste.
Del Pino ha indicado que la Junta debe aún las ayudas
correspondientes a 2010, que deberían haber sido abonadas antes de
abril de este año y no saben cuándo podrán cobrar ni esa cantidad ni la
de 2011, a lo que se suma que la Consejería ya les ha confirmado que
las ayudas desaparecerán en 2012, han denunciado.
En este
sentido, el secretario provincial de la COAG, Miguel Monferrer, ha
recordado las declaraciones de la consejera de Salud, María Jesús
Montero, en las que aseguró que no habría recortes en Sanidad y ha
defendido que entonces "no puede olvidar esta partida".
"Una
ADSG es casi tan importante como un hospital", ha dicho Monferrer, que
ha subrayado que enfermedades como la tuberculosis y la brucelosis han
podido erradicarse gracias a estos programas de control sanitario del
ganado.
Del Pino ha afirmado que se trata de "un golpe más al
sector", que "no va a permitir el mantenimiento de muchas
explotaciones" y ha hecho referencia también a la pérdida de empleo que
va a suponer y que afecta principalmente a los veterinarios.