Rechaza la propuesta porque ahonda en los errores que han llevado al campo a la crisis actual; ayudas desligadas de la producción, (que favorecen a los grandes propietarios de tierras absentistas), desregulación de los mercados y eliminación de la preferencia comunitaria.
La Coordinadora de
Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) considera alarmante la
propuesta de reforma de la
Política Agraria Común (PAC),
presentada por la Comisión Europea en Bruselas, porque pone en
peligro el modelo social de agricultura,
el tejido productivo y la seguridad alimentaria de Europa.
COAG rechaza esta propuesta porque profundiza en los
errores que han llevado al sector agrario a la crisis actual: ayudas desligadas
de la producción, (que favorecen a grandes propietarios de tierras absentistas
en detrimento de la agricultura productiva, profesional y generadora de empleo),
desregulación de los mercados y liberalización del comercio agrícola, caldo de
cultivo para la volatilidad de precios y especulación, ( que para los
agricultores/as está suponiendo precios a la baja y aumento de costes), y para una mayor dependencia del exterior en
cuestiones alimentarias. Además, COAG considera el pago por verdeo una pseudo-medida ambiental,
que provocaría un trasvase injusto de ayudas a favor de las explotaciones con
más dimensión, absentistas e improductivas.
El modelo más sostenible y verde de
agricultura pasa por mantener en nuestros campos a los agricultores y ganaderos
profesionales, que generan empleo, gestionan el 80% del territorio, preservan el paisaje y mantienen vivo el medio
rural. Sin embargo la UE, sorprendentemente, tiñe de
verde la PAC priorizando la superficie y no la producción,
obviando que sin cultivar, la tierra es un desierto de arena, ha apuntado Miguel López, Secretario General de
COAG. Esta organización
propone un pago directo al activo agrario, siempre condicionado al cumplimiento
de compromisos de actividad productiva, empleo, sostenibilidad medioambiental, condiciones
socio-laborales, de calidad y seguridad alimentaria.
Mercados agrarios. Resulta muy decepcionante que las
propuestas de la
Comisión Europea no contemplen instrumentos públicos
efectivos para regular y estabilizar los mercados agrarios. Por el contrario,
se sigue adelante con la desregulación, proponiendo eliminar cuotas de
producción (azúcar y leche) y derechos de plantación (viñedo). Ni siquiera se
plantea actualizar los desfasados umbrales de intervención y almacenamiento
privado, (caso del aceite de oliva), que se aplican a un número limitado de
productos. En un contexto de volatilidad
de precios en los mercados mundiales de materias primas es incomprensible que la UE no baraje medidas para poner
orden y control. El 70% de la renta de los profesionales agrarios viene por el
mercado, y si no conseguimos estabilizar los precios, nos abocan a vender por
debajo de costes y en breve, a echar el cierre. Europa no puede dejar la
alimentación en manos de los fondos especulativos, ha apuntado López.
Ayudas directas compensatorias. La propuesta de Reglamento
de Pagos Directos de la
Comisión Europea implanta un sistema de ayuda por hectárea o
superficie, completamente desacoplado de la capacidad productiva y la actividad
desarrollada en las explotaciones, de forma que favorecerá a aquéllas
explotaciones con gran base territorial, mientras perjudicará a otras con poca
base territorial y alta productividad. Por tanto se refuerza a la propiedad de
la tierra en detrimento de los profesionales y activos agrarios y el modelo
social de agricultura.
COAG rechaza rotundamente este modelo de ayudas, que puede
llevar al sector agrario español a situaciones dramáticamente injustas como
puede ser la transferencia de rentas desde cultivadores de regadío y ganaderos
hacia grandes propiedades latifundistas. A todo ello se uniría que, según los
cálculos realizados sobre la propuesta de perspectivas financieras de la UE, en el periodo 2011-2019 las
ayudas comunitarias a los agricultores españoles se verían reducidas un 17%.
Acuerdos comerciales terceros países. La liberalización
comercial de los intercambios agrícolas está detrás de la desregulación,
especulación y volatilidad de los precios que está afectando a las producciones
agrarias en los últimos años. Es imprescindible que todas las regiones del
mundo dispongan de los instrumentos para garantizar su propio modelo de
agricultura y alimentación en el marco de la soberanía alimentaria.
Paralelamente, no podemos continuar con la hipocresía de
aceptar importaciones de países terceros, sin ningún control ni exigencia en
cuanto a normas ambientales, sociales, laborales y de calidad y seguridad
alimentaria que la Unión
Europea impone a sus propios agricultores. Adicionalmente, debe ser obligatorio informar
a los consumidores, por ejemplo en el etiquetado de los productos
agroalimentarios, acerca del proceso productivo y las normas que se han
cumplido en la producción, transformación y comercialización.
Cadena alimentaria. En opinión de COAG, la figura de la Organización de
Productores (OP), como herramienta para concentrar la oferta y vertebrar el
sector productor en origen, no encaja en la estructura de nuestro sector
productivo. Consideramos que la vertebración económica del sector productor
debe realizarse a través de la integración cooperativa y que la negociación
colectiva de precios y la homologación de los contratos debe poder realizarse
en el seno de las organizaciones interprofesionales (OIAs) de todos los
sectores.