El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, informa en el Parlamento de la nueva organización de los parques nacional y natural.
El consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha informado
en el Parlamento de Andalucía de la nueva organización de los parques
nacional y natural de Sierra Nevada. Díaz Trillo ha explicado que el
Espacio Natural de Sierra Nevada cuenta ya con los nuevos planes de
ordenación de los recursos naturales (PORN) y de uso y gestión (PRUG)
de ambas zonas, adaptados al nuevo modelo organizativo unitario
iniciado en 2007 con el traspaso del Parque Nacional a la comunidad
autónoma.
La nueva planificación, aprobada en un decreto el
pasado mes de julio en Consejo de Gobierno, es un documento que
establece las bases de la ordenación de este territorio de más de
172.000 hectáreas integrado por los parques nacional y natural del
mismo nombre, en las provincias de Granada y Almería.
Díaz
Trillo ha explicado que el Espacio Natural de Sierra Nevada supone un
18,5% del empleo en los 60 municipios que lo integran, así como una
aportación directa del 21,3% a la renta familiar neta disponible por
habitante, según un informe elaborado por la Sociedad de Estudios
Económicos de Andalucía (ESECA). Asimismo, ha señalado que el primero
de los planes, denominado de ordenación de los recursos naturales,
tiene vigencia indefinida y es el documento básico que distribuye y
asigna los distintos usos y aprovechamientos de acuerdo con la
capacidad de los ecosistemas, a través de cuatro niveles de protección
en cada uno de los dos parques que componen el Espacio Natural de
Sierra Nevada.
En el parque nacional, las áreas de máxima
protección, denominadas zonas de reserva, ocupan un 0,35% de su
superficie total (303 hectáreas) y se extienden fundamentalmente por el
barranco de los Alisos, el valle del río Dúrcal, el robledal de la
Dehesa del Camarate, el barranco del Espinar y las lagunas de alta
montaña, entre otros enclaves.
Las zonas de uso restringido
ocupan el 76,08% del parque (65.339 hectáreas) y están constituidas por
las áreas de alta montaña con elevado grado de naturalidad que sólo
pueden soportar una utilización limitada. Como zonas de uso moderado se
consideran aquellas que admiten un mayor grado de humanización y
capacidad para admitir aprovechamientos. En esta categoría, que
representa el 23,51% de la superficie (20.193 hectáreas), se incluyen
terrenos agrícolas, pinares de repoblación, refugios, áreas
recreativas, miradores y jardines botánicos.
Por último, las
zonas de uso especial, con un 0,06% de la superficie (48 hectáreas),
incluye infraestructuras como las ubicadas en el Puerto de La Ragua, el
embalse de Yeguas y el antiguo vivero del Posterillo, además de
carreteras públicas, albergues y refugios.
Parque natural
Según
ha informado el consejero de Medio Ambiente, en el caso del parque
natural las zonas de reserva o máxima protección suman 309 hectáreas
(0,36% de la superficie) y entre ellas destacan los humedales de origen
endorreico y las turberas de Padul, de gran interés tanto por acoger
numerosas especies de aves como por su condición de enclave
privilegiado para entender los cambios climáticos en el sur de la
Península Ibérica.
Con un menor nivel de exigencia
medioambiental, las zonas de regulación especial incluyen los terrenos
arbolados, arbustivo y de pastizales, donde se permiten
aprovechamientos forestales, ganaderos, cinegéticos, apícolas y de uso
público, educación ambiental e investigación. Estos territorios abarcan
14.696 hectáreas, lo que supone más de la mitad de la extensión del
parque natural (55,06%).
Por su parte, las denominadas zonas de
regulación común representan el 44,02% de la superficie (38.017
hectáreas) y se localizan fundamentalmente en terrenos agrícolas,
agrupaciones de viviendas de cierta entidad y áreas donde se practica
el esquí alpino.
La zonificación del parque natural se completa
con las áreas excluidas de exigencias medioambientales, constituidas
por suelos urbanos y urbanizables cuyo desarrollo se considera posible
siempre que no afecte a los hábitats naturales y a las especies
protegidas de Sierra Nevada. Estos enclaves, entre los que figura la
urbanización de Pradollano, representan el 0,56% del territorio del
parque (480 hectáreas).