Agricultores y cooperativas esperan cerrar la
campaña nacional de recolección de cereal de otoño-invierno (trigo,
cebada, centeno, avena y triticale) con una cosecha superior a los 15,41
millones de toneladas producidas en España el pasado año.
Las principales organizaciones agrarias han
coincidido en señalar que esta producción podría ser incluso superior a
los 20 millones de toneladas de cereal, una vez sumada la cosecha de
maíz (cereal de primavera), prevista en torno a los 3,5 millones de
toneladas.
Con estas perspectivas, los productores centran
ahora sus preocupaciones en la evolución de los precios, tras dejar
atrás un año 2010 marcado por una situación de volatilidad en los
mercados.
El director del departamento de Herbáceos de
Cooperativas Agro-alimentarias, Antonio Catón, ha apuntado que, desde
finales del pasado mes de mayo, el sector sigue "sufriendo las
embestidas" de las informaciones relativas a la evolución de las
cosechas en los principales países productores.
Así, Catón ha
resaltado que a la reapertura de las fronteras de Rusia para la salida
de grano se unen el establecimiento de tasas a la exportación en
Ucrania, las existencias aportadas por el Departamento de Agricultura de
Estados Unidos (USDA) y el efecto pernicioso de la climatología en la
producción mundial, todo ello con un impacto significativo en la
cotización de las materias primas.
El director de los
servicios técnicos de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores
(Asaja), José Carlos Caballero, ha destacado que el sector comenzó la
campaña con buenos precios, que cayeron con la entrada de las
cosechadoras en los campos y que ahora han comenzado a recuperarse.
Caballero ha señalado que, tradicionalmente, los precios en el sector
fluctuaban en un horquilla del 5 %, pero que desde la campaña 2007/2008
la cotización del cereal "se duplica en seis o siete meses, para en
otros seis o siete meses volver a caer un 50 %".
Por su parte,
el responsable de Sectores Agrarios de la Coordinadora Organizaciones
de Agricultores y Ganaderos (COAG), Alejandro García-Gasco, ha matizado
que pese al incremento de la producción, que se situará entre 15 y 18
millones de toneladas, se trata de una campaña "normal" para el cereal
español.
Junto con la volatilidad, García-Gasco ha denunciado
que otro de las dificultades del sector cerealista en los últimos años
es el incremento en los costes de producción como los carburantes y los
fertilizantes.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y
Ganaderos (UPA), el técnico David Erice ha puntualizado que la cosecha
ha sido "normal" a nivel general y que prevé que la producción se sitúe
por encima de la media de los últimos cinco años.
De este modo, los cálculos de esta organización apuntan a una producción superior a los 15 millones de toneladas.
Erice ha indicado que la campaña de comercialización, iniciada el 1
de julio, comenzó "fuerte" en precios, que fueron disminuyendo, entre
otras causas por la entrada en el mercado de grano de la nueva
producción, y que existe incertidumbre en el mercado por la evolución de
las cosechas de Estados Unidos y del resto de países de la Unión
Europea.
Según las últimas estimaciones del Ministerio de
Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), el Avance de Superficies y
Producciones de Cultivos del mes de mayo adelanta una producción final
de 16,35 millones de toneladas, con 6,35 millones de toneladas de trigo,
8,4 millones de toneladas de cebada, 1,08 millones de toneladas de
avena, 299.300 toneladas de centeno y 162.800 de triticale.
En
la misma línea, las previsiones de las Cooperativas Agro-alimentarias, a
fecha de junio, elevan la producción hasta los 17,04 millones de
toneladas, que se desglosan en 9,05 millones de toneladas de cebada,
6,34 millones de trigo, 1,09 millones de avena, 363.402 millones de
centeno y 187.084 millones de triticale.