Los únicos productos que se han sacado del mercado son los procedentes de las explotaciones españolas de donde procedían los pepinos.
Los países de la Unión Europea están
reforzando la vigilancia sobre los pepinos, tomates y otras verduras
que se venden en sus respectivos mercados, a la espera de tener más
datos acerca del origen de la contaminación por la bacteria 'E.coli'
detectada en Alemania.
El asunto ha sido comentado de manera
informal al margen de un encuentro que celebran en los titulares de
Agricultura de los Veintisiete en Debrecen (Hungría), mientras que en
Bruselas la Comisión Europea se pronunció en contra del bloqueo a las
importaciones de pepinos y otras hortalizas españolas.
El
ministro austríaco de Agricultura, Reinhard Mang, ha explicado que en
su país se están llevando a cabo "exámenes adicionales" para detectar
eventuales problemas.
Mang ha subrayado que "no existe una
decisión general de prohibir productos procedentes de España" y que los
únicos que se han sacado del mercado son los procedentes de las
explotaciones españolas de donde procedían los pepinos sospechosos de
estar contaminados, según las autoridades alemanas.
Por su
parte, el ministro holandés de Agricultura y Comercio Exterior, Henk
Bleker, ha anunciado los resultados de los análisis realizados en
su país sobre pepinos de una partida distribuida en Alemania, que
demuestran que ese producto no está contaminados por la bacteria.
Bleker ha hablado, por otra parte, del "gran daño" que la decisión de
las autoridades alemanas de aconsejar a sus ciudadanos no consumir
verduras puede causar a las exportaciones holandesas hacia Alemania,
que ascienden a diez millones de euros a la semana.
Según el
ministro holandés, las exportaciones de productos hortofrutícolas de su
país hacia Alemania se encuentran "prácticamente paralizadas" desde
ayer.
El ministro holandés ha precisado, no obstante, que
comprende la actitud de las autoridades germanas, cuando en el país ha
habido once muertos y 1.200 afectados.
Lo más importante ahora,
ha subrayado, es "saber de dónde procede" la contaminación, si de los
pepinos importados de la manipulación previa a su venta, un aspecto que
"ahora no está claro".
En Bruselas, un experto de la Comisión
Europea (CE) recalcó que no consideran necesario el bloqueo general de
la importación de pepinos y de otros productos agrícolas procedentes de
España, una medida que han comenzado a aplicar en algunos países.
Para el Ejecutivo comunitario, el bloqueo de los productos cultivados
en las dos explotaciones concretas que le comunicó el Ejecutivo español
es suficiente hasta que se disponga de datos fiables sobre el origen de
la infección, añadió el experto, que habló con la condición del
anonimato.
En la misma línea, la portavoz de la CE, Pia
Ahrenkilde, afirmó que la Comisión "no tiene recomendaciones
específicas" para los consumidores ni para los estados miembros, más
allá de la puesta en marcha del sistema a través del Sistema de Alerta
Rápida de Alimentos y Piensos (RASFF).
La ministra belga de
Agricultura, Sabine Laurelle, ha anunciado en Debrecen que Bélgica ha
decidido prohibir las importaciones de las dos empresas españolas que,
según Alemania, distribuyeron los pepinos afectados.
Laurelle
ha matizado que el bloqueo no se dirige contra todos los productos
españoles, sino solo a los pepinos que proceden de esas firmas.
Además, ha aclarado que Bélgica no importa pepinos desde diciembre, ya
que la producción nacional es suficiente para satisfacer la demanda
doméstica.
"He pedido que estemos vigilantes y que no
importemos más pepinos (desde esas explotaciones)" si se reanudan las
compras en el exterior, ha señalado.
También se ha pronunciado
sobre el tema el titular polaco, Marek Sawicki, quien ha dicho que, en
caso necesario, correspondería a España eliminar del mercado "lo antes
posible" los productos afectados.
Sawicki ha subrayado que la
Política Agrícola Común impide aplicar restricciones a las
importaciones en el mercado interno y que lo único que se puede hacer
en la etapa actual es reforzar los controles y ha explicado que en su
país el sistema de vigilancia se está aplicando también a los productos
autóctonos.
La ministra española, Rosa Aguilar, quien llegará
esta tarde a la reunión, ha anunciado que tiene previsto
entrevistarse con la titular alemana, Ilse Aigner, para instarle a que
su país "no mire hacia España" y acelere el seguimiento de sus
productos, para ver cuál es el origen del problema.
Aguilar
reclamará a Alemania aclaraciones sobre el transporte y la distribución
de los pepinos para conocer con certeza lo que ha ocurrido en ese país.
También ha indicado que pedirá ayudas de la Unión Europea ante la "presión injustificada" contra los pepinos españoles. Aunque no asiste a la reunión ningún representante germano, está
previsto que si haya presencia del Gobierno alemán.
Hasta ahora, el comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, ha
rehusado pronunciarse sobre las eventuales ayudas a los productores
afectados mientras no haya más elementos sobre la procedencia del
brote.
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