El grupo, además, cerró 2010 con una cartera de pedidos de 1.045,88 millones de euros, lo que supuso un descenso interanual del 25,11 %.
Grupo Tragsa -compuesto por Tragsa y
Tragsatec- obtuvo en 2010 un beneficio neto de 32,23 millones de euros,
lo que supuso una reducción del 45,6 % respecto a los 59,2 millones de
euros obtenidos en el año precedente, cuando la corporación pública
alcanzó una cifra "récord".
Así lo ha explicado en un
encuentro con los medios de comunicación la presidenta de la compañía,
María Luisa Graña, quien ha precisado que, con esta cifra, la entidad
retrocede a niveles de 2006, año en el que comenzó el "despunte" de sus
beneficios.
En los años precedentes a 2006, ha afirmado Graña, los beneficios de Grupo Tragsa apenas habían experimentado fluctuaciones.
La cifra de negocios de la corporación, por su parte, se sitúo en 1.263
millones de euros, un 18,8 % menos que en el año precedente, como
consecuencia de la reducción de la financiación y de la inversión
pública.
Graña ha destacado que la entidad contabilizó en 2009
"el mejor resultado de su historia", con 1.556 millones de facturación,
gracias a la implementación del Plan E (que supuso el 19,2 % de su
cifra de negocio, con 299 millones) y el Plan de Choque de
Modernización de Regadíos (4,8 % del total, con 75 millones).
En 2010, sin embargo, el Plan E pasó a representar el 18,4 % de la
facturación (193 millones) y el Plan de Choque de Modernización de
Regadíos, el 2,09 % del total (22 millones).
En su
intervención, Graña ha señalado que la caída de la facturación ha
provocado una reducción "generalizada" del presupuesto del que disponen
las 11 líneas de negocio de la corporación.
No obstante, ha
detallado que hay determinados proyectos o líneas de actuación -como el
proceso de modernización de la Justicia o la cooperación internacional-
que no han registrado recortes, a pesar de la ralentización de la
actividad.
El grupo, además, cerró 2010 con una cartera de
pedidos de 1.045,88 millones de euros, lo que supuso un descenso
interanual del 25,11 %.
Sin embargo, los pedidos procedentes
del ámbito internacional (que representaron el 2,22 % del total)
continuó con su tendencia ascendente y experimentó un incremento del
40,21 %.
En este sentido, la presidenta de Tragsa ha resaltado
la necesidad de "salir fuera" de España, especialmente a América Latina
o Europa del Este, las regiones "más esperanzadoras" para el grupo.
Según ha detallado, en los cuatro primeros meses del presente
ejercicio, han detectado un incremento de los pedidos del 37,5 % (con
1.414 encargos), pero una reducción del importe medio de cada uno de
ellos del 34 % (con 216.000 euros).
Además, se ha constatado
una mayor caída en la actividad relacionada con obra pública (que
desarrolla la matriz del grupo, Tragsa) que en la de consultoría, que
implementa la filial Tragsatec.
En cuanto al empleo, Tragsa
redujo su empleo medio en un 15,61 %, -con 18.997 trabajadores-, aunque
incrementó el número de fijos hasta 6.611 (43 % del total, frente al 29
% del año anterior).
Para Graña, la pérdida de producción de la
corporación "no se ha trasladado al empleo" y, de cara al futuro, se
trabajará para que la reducción de la actividad tenga la menor
repercusión en la plantilla.
No obstante, ha aclarado que la
dirección "nunca" pondrá en peligro al colectivo, cuando "en
determinado momento haga falta tomar decisiones".
Por lo que
respecta a su estructura de capitales, ha explicado que no hay "ningún
indicio" de que pueda plantearse una eventual privatización del grupo
porque, a su juicio, una entidad como Tragsa "no tiene valor" si no es
como un instrumento público.
En relación a la deuda de las
Comunidades Autónomas, ha reconocido que en los dos últimos años se ha
"generalizado" un retraso en los pagos, cuyo plazo ha pasado de una
media de casi 90 días al promedio actual de 118 días.
Según la
presidenta del Grupo Tragsa, las administraciones autonómicas deben 400
millones a la corporación, mientras que la central acumula una deuda de
150 millones.