La Comisión prevé armonizar los impuestos especiales sobre hidrocarburos y eliminar la condición especial del gasóleo agrícola.
El sector agrario rechaza la propuesta de la
Comisión Europea para modificar la fiscalidad del gasóleo porque es
"inasumible" para los agricultores y provocaría el cierre de
explotaciones por falta de rentabilidad, según han indicado fuentes del sector.
La Comisión prevé armonizar los impuestos
especiales sobre hidrocarburos y eliminar la condición especial del
gasóleo agrícola, que es más barato que el de automoción al estar menos
gravado con impuestos, lo que podría elevar la factura de combustible
en unos 30 céntimos de litro, según cálculos del sector.
De
prosperar la iniciativa, no se podría practicar la devolución actual
del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH), que se equipararía al
convencional, y se incrementaría su fiscalidad para penalizar sus
emisiones de CO2.
El responsable de los Servicios Jurídicos y
Fiscales de Cooperativas-Agroalimentarias, José Cardona, ha asegurado
que la propuesta "satisface" a Alemania, en oposición a Francia, Reino
Unido e Italia, lo que impide ahora la unanimidad del Ecofin -ministros
de Finanzas de los 27- requerida para la modificación.
Cardona
ha precisado que suele ocurrir con las propuestas de la Comisión que
"primero disparan muy alto" para después "ir afinando", aunque en todo
caso se trata de una iniciativa "de máximos" con un fuerte componente
ideológico, cercano a la "tasa verde", un impuesto en función de
condicionantes ambientales.
Ha afirmado que no le parece mal
que se arbitren impuestos ligados a las emisiones contaminantes del
gasóleo, siempre y cuando se anulen otros gravámenes del producto, con
el objetivo de mantener la misma presión tributaria que ahora.
El responsable de fiscalidad de la patronal Asaja, Juan José Álvarez,
ha mostrado la oposición de su organización a la propuesta de la
Comisión en un sector con "incrementos continuos" de costes y precios
en origen "inamovibles".
"Estamos en contra de cualquier
iniciativa que afecte a los costes del sector agrícola, como tarifas
eléctricas o gasóleo agrícola", ha precisado Álvarez, quien exige al
Gobierno "contundencia" y "firmeza" contra la propuesta de la Comisión.
Por otra parte, Asaja ha solicitado además a los Ministerios de Medio
Rural y Economía y Hacienda que se autoricen de nuevo medidas que
beneficiaban al sector hasta la campaña pasada como deducción en el
IRPF de las facturas del gasóleo y fertilizantes, entre otras.
El responsable técnico del Departamento de Economía Agraria de la
organización agraria COAG, Felipe Medina, ha reconocido que existe una
preocupación "relativa" en el sector al alinearse en contra varios
países europeos, entre ellos España.
La modificación del
artículo 15 de la directiva comunitaria del año 2003 no deja de ser "un
run run que se mueve por Bruselas", lo que conlleva el riesgo de que
termine dándose por buena si los países llegan a un acuerdo final por
motivos ajenos al sector agrario.
En su opinión, una iniciativa
así sería un "serio varapalo" después de muchos años de trabajo que
permitieron poner en marcha un gasóleo específico para el sector
agrícola.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos
(UPA), Javier Alejandre, ha indicado que "ojalá pudiéramos descartar"
esta subida de tributos, pero que una propuesta de la Comisión "siempre
es para tenerla en cuenta".
Para Alejandre, la iniciativa no
cuenta con la unanimidad del Ecofin pero sí con el apoyo de Alemania,
un país "con gran peso a la hora de mover voluntades", por lo que UPA
exigirá al Ministerio de Economía y Hacienda español que sea "sensible"
a los planteamientos del sector agrario en el proceso negociador.
A su juicio, "no podemos aceptar ninguna subida de la fiscalidad" en el
sector porque supondría "sacar a buena parte de las producciones fuera
del mercado" y el consiguiente cierre de explotaciones, puesto que la
factura energética es un componente "clave" en la cuenta de resultados
del agricultor español.
Ha recordado que ya en el gran acuerdo
de 2005 entre Gobierno y sector se acordó la devolución íntegra y
automática del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) al reconocerse
la gran dependencia del sector de los inputs energéticos y la
imposibilidad de repercutir sus costes en la cadena de valor
agroalimentaria.