Expertos en la gestión de la dehesa han debatido en Huévar sobre la crisis que amenaza este ecosistema con el fin de trazar líneas futuras que permitan poner en valor los beneficios que, a través de su gestión sostenible, aporta el medio rural para el resto de la sociedad.
La dehesa, un
ecosistema que ocupa en Andalucía 1,25 millones de hectáreas (casi el 15% de la
superficie regional) y del que han vivido tradicionalmente 128 pueblos de
Andalucía, se encuentra en la actualidad seriamente amenazada por la falta de
rentabilidad de las explotaciones. La crisis
de la dehesa, la gran olvidada del campo, se ha visto agravada por el brutal
incremento del coste de los piensos, los bajos precios que perciben las
producciones ganaderas extensivas (ovino, porcino ibérico y vacuno) y el
hundimiento de los precios del corcho que impiden que los titulares de estos
espacios (en un 95% en manos de particulares) puedan rentabilizar sus
explotaciones, lo que acaba potenciando el despoblamiento de los municipios
ligados a la dehesa y, con ello, se potencie la degradación de este ecosistema.
Para evitarlo es
necesario poner
en valor los productos de la dehesa, realizar una gestión sostenible de la
misma para potenciar su biodiversidad, así como profundizar en el desarrollo
reglamentario de la nueva ley que regula este importante ecosistema, la Ley de la dehesa.
Éstas son las principales conclusiones a las que se ha llegado hoy durante la
celebración, en el Centro Guadiamar de ASAJA en Huévar del Aljarafe, de la
jornada La Dehesa en la Encrucijada, retos de
conservación y perspectivas de futuro, organizada por la Fundación de Amigos del Águila Imperial (FAI), con la
colaboración de ASAJA-Sevilla, y cofinanciada por el Grupo de Desarrollo Rural
Aljarafe-Doñana (ADAD) a través del Programa Andaluz para el Desarrollo
Sostenible del Medio Rural LiderA, que está dotado con fondos de la Consejería de
Agricultura y Pesca y el FEADER.
La jornada ha sido
inaugurada por el presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, el delegado
provincial de Medio Ambiente, Francisco Javier Fernández, el director general
de Desarrollo Sostenible del Medio Rural del MARM, Jesús Casas, el Presidente
de ADAD, Rafael Moreno, y el presidente de la Fundación Amigos
del Águila Imperial, Fernando Andrada-Vanderwilde.
Durante el acto inaugural, el
presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, ha destacado que la dehesa es el
principal e, incluso, el único motor de riqueza y empleo de las zonas donde se
asienta, por lo que teniendo en cuenta que el 95% de la dehesa es de
titularidad privada, sólo podrá sobrevivir si permanece la rentabilidad.
Asimismo, el presidente de
ADAD, Rafael Moreno, ha destacado también la vital importancia de la
conservación del medio ambiente para el mantenimiento de la economía de las
comarcas.
Por su parte,
el presidente de la
Fundación Amigos del Águila Imperial, Fernando
Andrada-Vanderwilde, ha demandado el apoyo de la Administración para
el mantenimiento de la dehesa, que debe colocarse a la cabeza de sus
prioridades. Según Andrada-Vanderwilde, el futuro de la dehesa dependerá no
sólo de la salud del bosque mediterráneo, al que pertenece y que se encuentra
amenazado por la enfermedad de la seca o los incendios forestales, sino también
de su desarrollo sostenible, por lo que éste debe potenciarse para evitar su
desaparición.
En esta misma
línea, el delegado provincial de Medio Ambiente, Francisco Javier Fernández, ha
asegurado que las 1.200.000
hectáreas de dehesa con las que cuenta Andalucía no
podrán concebirse sin su conservación y aprovechamiento sostenible.
El acto de inauguración
finalizó con las palabras del director general de Desarrollo Sostenible del
Medio Rural del MARM, Jesús Casas, quien apuntó la necesidad de que la propia
Administración devuelva el protagonismo medioambiental a la sociedad, a las
personas que son las verdaderas gestoras del territorio rural, que no son sus
enemigos, sino todo lo contrario, los que permiten que éste sobreviva, si bien
quiso dejar claro que la conciencia de conservación del territorio no puede
caer sólo sobre los hombros de quienes las mantienen.
Casas destacó
que el 85% de la población española se encuentra concentrada en un 10% del
territorio. Esta mayoría de población urbana recibe, en cambio, múltiples
beneficios de la minoría rural (alimentos, conservación del paisaje y de la
biodiversidad, cultura…). Sin embargo, afirmó Casas, este servicio a la
ciudadanía no tiene el suficiente reconocimiento social y económico y si la
dehesa no obtiene ese reconocimiento que la haga rentable no podrá mantenerse, por
lo que es necesario dar con las fórmulas que la hagan rentable.
Líneas
de actuación futuras
Tras la
inauguración se ha dado paso a la primera de las conferencias El Futuro de la Dehesa y Monte Mediterráneo,
ofrecida por el ingeniero agrónomo y propietario de dehesa Ignacio
López-Cepero, quien destacó que la dehesa sólo sobrevivirá si se toma
conciencia de sus limitaciones y si es capaz de adaptarse a los cambios que se
vayan produciendo.
López-Cepero abogó por potenciar las
marcas extensivo y dehesa para tratar de equilibrar las cuentas por la vía
del mayor valor de nuestros productos, y apostó, por diversificar la
producción ganadera, empleando al menos dos especies, para que la explotación
se vea menos afectada por las fluctuaciones de precios, por potenciar todas las
posibilidades que brinda la dehesa (actividad cinegética, visitas escolares,
colaboración con las administraciones en programas de conservación de
especies…), por comercializar los productos para que su valor añadido se quede
en nuestras comarcas, tan necesitadas de nuevas vías de generación de riqueza,
y en definitiva, por incorporar todos aquellos adelantos que permitan una mayor
competitividad.
López-Cepero apuntó, además, la necesidad
de fortalecer a este sector a través de una mayor representación en organismos,
de un mayor avance en la simplificación administrativa, la innovación e
incorporación de nuevas tecnologías, una mayor profesionalización, mayor
divulgación a la sociedad sobre los productos de estas explotaciones, la finalización
del ciclo de producción en nuestras comarcas, y el reconocimiento por parte de
los organismos comunitarios para que tengan en cuenta las particularidades de
la dehesa a la hora de legislar.
Por último, y en relación con la Administración, el
ingeniero agrónomo demandó una mayor preocupación por la dehesa, que está
claro queda bien lejos de las preocupaciones diarias de la mente del
legislador; una mayor participación en la Ley de la Dehesa, en la que el sector participa de forma
meramente testimonial, y el desarrollo normativo de muchos aspectos en la Norma de Calidad, como las
densidades en montanera. Respecto a esta Norma, López-Cepero destacó que el
verdadero peligro de las dehesas no es el cochino cruzado sino el cochino de
pienso, que no ha sido creado precisamente por el sector de la dehesa, sino por
el sector industrial.
Ley de la Dehesa
A continuación, el presidente del Foro
para la Conservación
y Defensa de la Dehesa
(ENCINAL), José Luis García Palacios, ha analizado los aspectos reglamentarios
a desarrollar en la Ley
de la Dehesa,
una Ley que surgió gracias al trabajo y la insistencia del sector pero que por
desgracia está vacía de contenido. Según García-Palacios quedan aún muchos
aspectos por definir y la Ley
no recoge ninguna medida para asegurar la rentabilidad de las dehesas.
García-Palacios ha abogado por una mayor
participación del sector para el desarrollo de este texto normativo y animó al
sector a ser más reivindicativo para que le se tenga en cuenta: La Ley es una ley incompleta, con
pocas herramientas legislativas, pero tenemos que trabajar para que esa Ley
pueda convertirse en una herramienta fundamental que beneficie realmente a la
dehesa y que ayude a poner en valor nuestros productos y para que sean
reconocidos por la sociedad.
La jornada ha contado además con una
mesa redonda, en la que se ha debatido sobre la gestión sostenible en la dehesa
para potenciar su biodiversidad, en la que han
participado el coordinador del Proyecto de Recuperación del Águila
Imperial de la Delegación
provincial de Medio Ambiente de Jaén, Agustín Madero; el presidente del Comité
Andaluz de la
Agricultura Ecológica (CAAE), Francisco Casero; el gerente de
la Asociación
de Empresas y Titulares de Cotos de Andalucía, José Enrique de Leyva, y el
doctor ingeniero agrónomo e investigador del IFAPA Carlos Porras.
La jornada fue
clausurada por el
presidente de la
Fundación Amigos del Águila Imperial, Fernando
Andrada-Vanderwilde y el presidente de ASAJA-Sevilla, Ricardo Serra.