Con éstas, son 66 las especies de ictiofauna observadas desde el primer seguimiento exhaustivo de los arrecifes artificiales.
El último censo realizado por la Consejería
de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía en los arrecifes
artificiales instalados en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar
(Almería) ha detectado la presencia de diez nuevas especies de peces.
Las especies observadas por primera vez en estos arrecifes
artificiales, que fueron instalados por la Junta de Andalucía entre los
años 1993 y 1994, son el burro listado, el espetón, la babosa, la sama
de pluma, la urta, el águila marina, la corvina, el pez de tres colas,
el pez obispo y el listado.
Con éstas, son 66 las especies de
ictiofauna observadas desde el primer seguimiento exhaustivo de los
arrecifes artificiales, en 1995, ha informado la Consejería de Medio
Ambiente en un comunicado.
La ictiofauna encuentra en estos
arrecifes artificiales, que cuentan con cuatro núcleos de
concentración, un punto de sustrato rocoso para asentarse, alimentarse
o buscar refugio.
Desde el inicio del seguimiento se ha
detectado una sustitución progresiva de especies propias de fondos
blandos, como el pez araña, por otras típicas de sustratos duros, como
la doncella.
Estos arrecifes también sirven de elemento de
referencia en los fondos blandos de la zona para distintas especies
formadoras de cardúmenes (bancos de peces), como la boga y la salpa.
La Consejería de Medio Ambiente ha detectado en estos años un cambio significativo en los grandes bancos de peces de la zona.
Así, la especie dominante en 1995 era el besugo, con bancos de miles de
ejemplares, pero en 2005 su presencia ya era testimonial y durante el
pasado año no ha sido observado.
Por el contrario, la mojarra
ha estado presente en todos los censos realizados y ha aumentando su
presencia progresivamente hasta un máximo en 2010.
Otra especie habitual en el arrecife, también presente en todos los censos realizados, es el serrano.
La Consejería ha explicado que estos cambios se deben al asentamiento
en la zona de grandes depredadores más o menos sedentarios, como el
falso abadejo y el mero, cuyo número se ha incrementado en los últimos
años, especialmente a partir de 2005.
Además de estos censos,
todos los años se realiza el seguimiento de las estructuras colocadas
para conocer el estado de las instalaciones, detectar redes enganchadas
y obtener datos actualizados de la presencia de especies colonizadoras
de los módulos.