Los precios de la alimentación y bebidas no alcohólicas registraron una variación interanual del 0,9 por ciento en enero.
Las organizaciones agrarias COAG y UPA han
insistido en que el precio de algunos alimentos para el consumidor no
corresponde con lo que reciben los productores en origen, que en muchos
casos no cubren los costes de las explotaciones agropecuarias.
Concretamente, los precios de la alimentación y bebidas no alcohólicas
registraron una variación interanual del 0,9 por ciento en enero, dos
décimas superior a la del mes anterior, según datos del Instituto
Nacional de Estadística.
Algunas de las parcelas con mayor
repercusión en la variación mensual del IPC fueron, en el polo
positivo, la subida del azúcar (+9,5%) y, en el negativo, el descenso
de otros productos lácteos (-1,5%).
En términos interanuales,
resaltó la subida de las patatas (+18 por ciento), mientras que los que
registraron un mayor descenso fueron aceites y grasas (-5,2 por ciento)
y carne ovina (-4,3 por ciento).
El secretario general de la
Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG),
Miguel López, ha lamentado que algunos datos del IPC, como la
caída del precio del aceite de oliva, se sostengan a costa del sector
productor.
López ha denunciado la estrategia utilizada por
grandes centros de distribución de utilizar productos básicos de la
cesta de la compra, muy valorados por los consumidores, para sostener
sus guerras comerciales, llegando incluso a vender por debajo de los
precios en origen que recibe el agricultor.
Ha alertado de que
este tipo de prácticas llevan a desmantelar el sistema productivo por
falta de rentabilidad, que contrasta con la creciente demanda
alimentaria en el mundo y el incremento desproporcionado de artículos
de primera necesidad que están provocando situaciones de crisis en
muchos países, como algunos africanos en la actualidad.
El
análisis de la evolución del IPC alimentario y de las cotizaciones en
origen demuestra que mientras que el primero se sitúa en un 40%
superior al dato registrado en el 2000, el índice que refleja el precio
percibido por agricultores y ganaderos es un 0,45% superior al del año
2000, prácticamente el mismo índice, según la Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos (UPA).
Fuentes de la organización
agraria han detallado que, en el caso del azúcar, la variación mensual
es un 9,5% superior, derivado de la nueva normativa que regula el
sector remolachero-azucarero desde el año 2006, "que apostó claramente
por la reducción de producción europea y el abastecimiento a través de
las importaciones".
En su opinión, la escasa oferta mundial y
la subida de los precios internacionales han provocado un aumento del
precio pagado por los consumidores europeos.