Así lo ha asegurado el coordinador del Grupo para la Evaluación de Nuevas Variedades de Cultivos Extensivos (Genvce).
El cambio climático puede conllevar consecuencias positivas para el
cultivo del maíz en el mundo, ya que pueden aumentar las superficies y
los rendimientos, siempre que contrarresten los efectos del aumento de
las plagas y del "estrés" en la planta.
Así lo ha asegurado el coordinador del Grupo para la Evaluación de Nuevas
Variedades de Cultivos Extensivos (Genvce), José Ignacio Ortega, al
término de una jornada que el grupo ha organizado la Escuela
Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos de Madrid, en la que han
participado expertos mundiales en este cultivo.
Ortega ha
recordado que el maíz es la primera especie en producción de grano a
nivel mundial, ya que supone "aproximadamente" la mitad de la cosecha y
que con el cambio climático se presentan nuevas posibilidades, ya que
se va incrementar la superficie cultivada en áreas en las que hasta
ahora no existía.
A su juicio, el cultivo del maíz "subirá de
latitud" en los próximos años y en todo el mundo, llegando, por
ejemplo, a los territorios del norte de Europa, donde sustituirá al
trigo.
Otros efectos del cambio climático para este cultivo son
el adelantamiento de las siembras y de las recolecciones y que el grano
se recoge más seco, "por lo que las industrias gastan menos dinero en
secarlo", ha precisado.
Según Ortega, el maíz es también "la
especie donde más se investiga" y donde la renovación varietal es más
rápida, y las empresas "recuperan" toda su inversión en investigación
con las semillas.
Además, es una planta muy eficaz en cuanto a
la fijación del carbono del aire, por lo que un aumento del CO2 en la
atmósfera, como consecuencia del cambio climático, podría redundar en
un aumento de los rendimientos, al contrario de lo que sucederá para
otros cultivo, ha apuntado.
El coordinador de Genvce ha
matizado que, en el caso de España, no se esperan grandes cambios en la
superficie cultivada, ni en los rendimientos, y que si se producen
serán consecuencia de la evolución de "los precios del grano", más que
del cambio climático.
En cualquier caso, Ortega ha mostrado su
esperanza de que los avances en la investigación aporten semillas que
soporten mejor las sequías y el incremento de las temperaturas.
En la jornada han participado Concepción Fabeiro (Universidad de
Castilla-La Mancha), Robert Savé (IRTA Torre de Marimon), Margarita
Ruiz Ramos (AgSystems Group. Universidad Politécnica de Madrid),
Guillaume Clouté (Arvalis-Institut Vegétal) y Agustí Mariné (Asociación
General de Productores de Maíz de España).
La producción de
maíz en España ronda las 3,5 millones de toneladas y las regiones con
más producción son Castilla y León (29 por ciento), Aragón (20 por
ciento) y Extremadura (13 por ciento).