Sitúa el consumo mundial en 1.787 millones de toneladas, cifra que supone un aumento respecto al informe del mes anterior, cuando lo cuantificó en 1.786 millones de toneladas.
El Consejo Internacional de Cereales (IGC, en inglés) prevé que la
superficie mundial de trigo se eleve un 3 por ciento en 2011/2012
debido, entre otros factores, a la escalada de los precios de los
cereales.
En su último informe de mercado, estima también un aumento de la producción mundial de este cereal hasta
alcanzar 670 millones de toneladas en dicha campaña.
En esta
fase inicial, las perspectivas de las cosechas de cereales en el
hemisferio norte "parecen favorables", aunque considera que dependerá
de las siembras de los cultivos de primavera, como el maíz.
En
cuanto a la actual campaña 2010/2011, eleva su última previsión,
realizada en noviembre, en un millón de toneladas, hasta 1.726 millones
de toneladas, cifra que supone un 3,7 por ciento menos que en la
temporada anterior.
También incrementa en un millón de
toneladas su previsión anterior sobre el comercio mundial de cereales,
hasta 242 millones de toneladas, lo que representa un incremento del
0,83 por ciento en comparación a la campaña anterior.
Por su
parte, sitúa el consumo mundial en 1.787 millones de toneladas, cifra
que supone un aumento respecto al informe del mes anterior, cuando lo
cuantificó en 1.786 millones de toneladas, y un 1,41 por ciento más que
en la campaña 2009/2010.
Asimismo, cifra las existencias
mundiales de cereales para final de campaña en 342 millones de
toneladas, dos millones de toneladas menos que en su anterior informe
(-15,3 por ciento respecto a 2009/2010).
Por cultivos, y en el
caso del trigo, el IGC ha elevado en tres millones su estimación
anterior en la producción mundial, que sitúa en 647 millones de
toneladas, cifra que refleja un descenso del 4,5 por ciento respecto a
la campaña anterior, aunque sigue siendo la tercera cosecha más alta de
la historia.
El comercio de este cereal sube en un millón de
toneladas respecto a su previsión de noviembre, pero se reduce en
cuatro millones de toneladas en comparación con la campaña 2009/2010,
hasta 123 millones, mientras que el consumo se eleva también en un
millón de toneladas frente al mes anterior, hasta 661 millones, un 1,6
por ciento más en relación con la temporada anterior.
Por el
contrario, en maíz, el IGC ha disminuido la producción en un millón de
toneladas, hasta situarla en 809 millones de toneladas, volumen que
representa un 0,4 por ciento menos que en 2009/2010.
Destaca
las reducciones previstas para la producción de este cereal en Estados
Unidos y Argentina, que se ven compensadas por los incrementos
previstos en otros países como China.
Mantiene su estimación
sobre su comercio mundial en 94 millones de toneladas, un 9,3 por
ciento más que en 2009/2010, mientras que eleva en dos millones de
toneladas su previsión de consumo, que sitúa en 842 millones de
toneladas, un 3,3 por ciento más que en la temporada anterior.
En el caso de los stocks finales de campaña para este cereal, se
reducen en un millón de toneladas respecto a su estimación anterior y
en 33 millones de toneladas frente a la campaña anterior, hasta 120
millones.
En cuanto al cultivo del arroz, sus previsiones
apuntan una producción mundial de 452 millones de toneladas, tres
millones más que en su estimación de noviembre, y un 2,7 por ciento más
que en la temporada anterior, debido a las mayores cosechas previstas
en Asia.
De consumo, estima 448 millones de toneladas, dos
millones más que en la previsión de noviembre y 11 millones superior a
la cifra de 2009/2010.
Sobre la situación del mercado, el IGC
ha recordado que los precios internacionales de los cereales y las
oleaginosas avanzaron "fuertemente" en los meses de diciembre y enero,
alcanzado algunos valores más elevados de los últimos dos años.
Sin embargo, ha destacado que los precios de exportación se mantuvieron
por debajo de los picos registrados a principios de 2008.
Ha
subrayado que, aunque ha habido pocos cambios en la oferta y demanda
global de cereales en los dos últimos meses, los precios se vieron
impulsados por una mayor preocupación en los suministros de trigo, maíz
y soja.