El Colegeio muestra así su total apoyo y adhesión a los Ingenieros Agrónomos que prestan su servicio en la función pública.
Ante la reforma de la Administración
pública que el Gobierno Andaluz esta llevando a cabo en la
actualidad (iniciada por el Decreto-Ley 5/2010), el Colegio Oficial de
Ingenieros Agrónomos de Andalucía quiere expresar su total apoyo y
adhesión a los Ingenieros Agrónomos que prestan su servicio en la función
pública, y que se manifiestan en contra de dicha "reordenación", por
lesionar, no sólo sus derechos, sino también los de aquellos que desean optar a
una plaza por oposición libre en igualdad de condiciones, y los de toda la
ciudadanía por su condición de administrados, ante la inminente pérdida de
imparcialidad y profesionalidad de la Administración Pública.
Esta reordenación convierte
directamente en Administración Pública a empresas mercantiles, cuyos
directivos pasarán a ser altos cargos o jefes de la Administración,
adquiriendo directamente, al igual que todo su personal, la condición de
empleado público, no respetando en ningún caso el sistema legal de acceso
a dicha condición, por mérito y capacidad.
A la vez lesiona las
garantías de imparcialidad en el ejercicio de las potestades públicas, las
cuales exclusivamente pueden ejercer los funcionarios, no respetando
el principio de jerarquía en la Administración, todo ello poniendo en grave
riesgo los derechos de los ciudadanos en general, entre ellos los agrónomos que
en el ejercicio de su profesión hagan cualquier gestión ante la Admón. andaluza, ya que
ésta podrá perder su estructura funcionarial actual, si no es
anulada la reforma, no garantizándose a partir de ahora la
independencia, la imparcialidad, ni la igualdad de trato a la ciudadanía.
Por todo, ello, el Colegio quiere expresar su firme
defensa de los principios constitucionales de mérito y capacidad para el acceso
a la condición de empleado público, en particular, para los Ingenieros
Agrónomos, y de la estructura jerárquica funcionarial de la Administración,
como garantía de profesionalidad e imparcialidad con independencia del
signo político gobernante.