El Plan Sectorial aprobado por la Junta establece las bases para una gestión sostenible de la especie.
El Consejo de Participación de Doñana ha aprobado el Plan Sectorial
de Aprovechamiento Apícola para este espacio natural, un programa con
el que la Consejería de Medio Ambiente regula en la zona la actividad
de un sector que suma 26 apicultores, 93 asentamientos y 6.540 colmenas.
El
objetivo de este plan sectorial es ordenar el aprovechamiento de la
abeja (Apis mellifera), estableciendo las bases para una gestión
sostenible de la especie, así como respetando y favoreciendo las
características ecológicas del medio natural.
Entre los aspectos
novedosos destaca que por primera vez este plan abarca tanto al Parque
Nacional como al Parque Natural, fomentando una visión integral del
territorio y sus aprovechamientos con la que dar respuesta a las
necesidades del sector sin perder de vista los valores naturales de
Doñana.
Otras novedades son la creación de la Comisión Apícola
como órgano de representación y participación del sector, o una
propuesta para estudiar la viabilidad de extender el aprovechamiento a
tres nuevas fincas (La Rocina, El Pinto y Marismillas) incluidas en el
nuevo Plan Rector de Uso y Gestión que se redactará en 2011.
Además,
se promueve la colaboración para fomentar la certificación ecológica y
comercializar los productos bajo un distintivo de calidad (Marca
Doñana); se impulsa la investigación (himenópteros, interacciones de la
abeja y análisis de viabilidad) y se marcan las pautas de seguimiento y
evaluación del Plan.
Del total de asentamientos autorizados
actualmente en el Espacio Natural, 69 se localizan en montes de la
Junta de Andalucía, uno en terrenos municipales y 22 en fincas de
propiedad privada. No obstante, el Plan establece en 120 el número
máximo de asentamientos en el Espacio Natural, un 40% en el Parque
Nacional y un 60% en el Parque Natural, y no podrán sobrepasarse nunca
los 50 asentamientos en el Parque Nacional.
Para minimizar
posibles impactos derivados de esta actividad se han fijado diversas
normas, como la necesidad de poseer autorizaciones de tránsito para los
apicultores que desarrollen su trabajo en fincas de titularidad
pública; la liberación del aprovechamiento en áreas cercanas a zonas
dedicadas al uso público, actividades de educación ambiental, ocio,
etc.; o la supeditación de dicho aprovechamiento a labores de
conservación ambiental como la cría del águila imperial o del lince
ibérico y la ejecución de trabajos forestales.
Otras medidas
están destinadas a reducir el impacto de las principales amenazas que
afectan al sector, como la obligación de adoptar medidas contra los
incendios forestales o la realización de los oportunos controles
sanitarios y otras actuaciones para evitar enfermedades.
Con
anterioridad a su aprobación, este plan ya había obtenido el visto
bueno de la Comisión de Trabajo de Desarrollo de Sostenible. Su
elaboración es fruto de numerosas reuniones mantenidas por la Junta de
Andalucía con todos los agentes implicados, entre los que destacan la
Cooperativa de Apicultores de Almonte, que aglutina la mayoría de los
apicultores de Doñana, así como el Ayuntamiento de esa localidad, la
Fundación Doñana 21 y técnicos del Espacio Natural.
Esto ha
permitido establecer un diagnóstico del sector y proponer acciones para
organizar y racionalizar el aprovechamiento, ofreciendo solución a los
problemas y demandas de los diversos colectivos y promoviendo además
que el valor añadido del producto redunde en la comarca.
El Plan
da respuesta al mandato del Plan Rector de Uso y Gestión del Parque
Nacional de Doñana, que determina la elaboración de un Plan Sectorial
que regule todas las condiciones de las actividades asociadas con este
aprovechamiento.
De igual modo, se basa en el cumplimiento de la
normativa existente en materia apícola, sanitaria y medioambiental,
entre las que destacan las normas dictadas a nivel europeo que regulan
fundamentalmente aspectos concretos del sector relativos a la
producción y comercialización de la miel, así como de policía sanitaria.