El Sistema de Información de Precios en Origen (POOLred) recoge en la última semana operaciones con caídas entre 1,68 y 2 euros por kilo.
Miles de hectáreas de olivar español, que algunas fuentes sitúan en 1,5
millones de hectáreas, el equivalente a toda la extensión de cultivo de
Andalucía, están en riesgo por los bajos precios del aceite de oliva
que reciben los agricultores, inferiores a costes de producción.
Así lo aseguran fuentes del sector agrario, quienes apuntan además que
el "colchón" de ingresos de los olivareros a través de las ayudas
desacopladas de la Política Agraria Común (PAC) son insuficientes, en
un escenario en el que algunos productores reciben liquidaciones
inferiores al coste de transporte a las almazaras y donde los insumos,
como el gasóleo, se han disparado.
El Sistema de Información de
Precios en Origen (POOLred) recoge en la última semana operaciones con
caídas entre 1,68 y 2 euros por kilo, según categorías, mientras que en
el mercado de futuros se han realizado transacciones a 1,80 euros en
los últimos días.
Según datos de la Administración andaluza, la
mayor parte de la superficie andaluza -olivar tradicional- tiene unos
costes de entre 1,72 y 3,17 euros/kilo de aceite, aunque la situación
es mejor para los olivares intensivos (de 1,74 a 2,02 euros) y
superintensivos (entre 1,42 y 1,79 euros).
La sobreoferta de
producto frente a unos pocos compradores que presionan a la baja para
obtener mejores precios para mantener la producto como "reclamo" de la
cesta de la compra se perfila como uno de los factores que más influyen
en esta situación, en opinión del sector, que se plantea en estos
momentos volver a exigir con firmeza de nuevo la activación del
almacenamiento privado.
El responsable de aceite de la
Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (Asaja), José Ramón Díaz, ha
comentado que detrás de la crisis de precios se esconden
varios motivos como el peso de la gran distribución, que contrasta con
la falta de mecanismos de regulación de mercado.
Díaz ha
recordado que la evolución de los precios reflejan en ocasiones el
nerviosismo que están detrás de las operaciones y los desequilibrios en
la negociación en las operaciones de compra venta.
Por su
parte, critica que el único elemento que podría ayudar a la
recuperación, el almacenamiento privado, no se pone en marcha, lo que
fomenta la inestabilidad del mercado del aceite de oliva, por lo que
organizaciones agrarias podrían empezar en breves días, según ha
adelantado, a exigir de nuevo al Gobierno su activación.
Ha
aclarado que la situación actual es "preocupante" porque alrededor de
1,5 millones de hectáreas, según sus cálculos, están por debajo del
umbral de rentabilidad y las ayudas desacopladas de la Unión Europea
(UE) no permiten ya compensar la pérdida de ingresos por falta de un
precio de venta adecuado del aceite.
El secretario de la
Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG),
Rafael Civantos, ha atribuido a la atomización de la oferta, la
especulación con el producto y la presión de la gran distribución sobre
la industria como factores que explican los bajos precios en origen del
aceite de oliva.
Civantos ha deseado que la situación mejore,
puesto que las perspectivas de cosecha apuntan unas cifras "normales" y
más bajas que lo estimado inicialmente, aunque sus expectativas no son
muy optimistas al respecto.
Ha comentado que gran parte de los
olivareros no logran la más mínima rentabilidad, con liquidaciones
incluso por debajo de las 30 o 40 pesetas de costes de transporte, a lo
que se suma el encarecimiento de todos los costes como gasóleo,
fertilizantes y tarifas eléctricas de regadío.
Sobre la
evolución de la campaña, ha comentado que se ha reanudado tras las
últimas adversidades climáticas y está a "pleno rendimiento" y que el
temporal no dejará daños de consideración en el cultivo, porque se
centrarán más en infraestructuras rurales.
Por su parte, el
secretario de Agricultura de la Unión de Pequeños Agricultores y
Ganaderos (UPA), Nacho Senovilla, ha denunciado que la gran
distribución es la principal culpable de la banalización del productor
porque utiliza el aceite de oliva como producto "reclamo" y lo vende
incluso por debajo de costes.
Senovilla ha explicado, por
contra, que el almacenamiento privado "no les gusta" porque "puede
venir bien" a algunas cooperativas por las ayudas públicas que obtienen
de esa inmovilización, pero que "hay que sacarlo de nuevo de todas
formas al mercado después".
Ha apostado por la promoción del
consumo y por actuaciones contra la gran distribución como formulas
para recuperar el mercado, aunque ha reconocido que las perspectivas
"no son nada buenas" en un momento en el que se siguen encarecimiento
los insumos.
En cuanto a la evolución de la campaña de
recolección actual, Senovilla ha descartado que los temporales causen
daños importantes.