Según detalla la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo (Esyrce).
La superficie de cereales grano bajó
el 1,3 por ciento hasta 6,12 millones de hectáreas en 2010, la de
cultivos forrajeros subió el 12 por ciento hasta algo más de un
millón de hectáreas y la de leguminosas grano registró un repunte de
un 30% hasta 356.664 hectáreas.
Según detalla la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de
Cultivo (Esyrce), la superficie dedicada a los cereales destinados
al consumo humano, como trigo y arroz, sube en 2010 frente al año
anterior, mientras que los cereales más forrajeros ven reducidas su
extensión de cultivo.
En este avance del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino (MARM) se resalta que las condiciones climáticas del año se
caracterizaron por la dureza del invierno en cuanto a temperaturas,
aunque con bastante lluvia, una primavera cálida y húmeda, y un
verano muy caluroso y normal en cuanto a precipitaciones.
Este trabajo de campo realizado por todo el país entre los meses
de mayo y junio revela que dentro del grupo de los cereales aumenta
la superficie de trigo blando y semiduro (+16%), hasta 1.443.153
hectáreas, y desciende el cultivo de la cebada de dos carreras (-6%,
hasta 2.671.809 hectáreas), la cebada de seis carreras (-10%, hasta
31.009 hectáreas) y la avena (-11%, hasta 418.071 hectáreas).
Entre los cereales de primavera, el maíz grano baja un siete por
ciento (331.838 hectáreas), en tanto que el arroz aumenta un dos por
ciento (120.851 hectáreas).
El grupo de las leguminosas grano aumenta un 30 por ciento
respecto a 2009 y se sitúa en 356.664 hectáreas, el doble de la
registrada en 2008, cuando se situó en el mínimo de los últimos
años, por lo que se tiende a alcanzar los niveles de 2005.
Por tanto, sucede lo contrario que en los cereales, ya que
desciende la superficie de cultivos destinados en principio a
alimentación humana y sube la de consumo animal.
Baja la superficie de leguminosas para consumo humano como
garbanzos (-13% y 22.109 hectáreas); lentejas (-4% y 22.065
hectáreas); y judías (-10% y 3.758 hectáreas) y sube la de los
cultivos para piensos como guisantes (+10% y 156.150 ha); veza
(+116% y 91.612 ha); yeros (+74% y 36.480 ha), y habas (+90% y
19.366 ha).
Entre los cultivos industriales la encuesta destaca el descenso
de un 18 por ciento en la superficie de girasol, hasta 711.685
hectáreas, lo que compensa el fuerte incremento del 20 por ciento
experimentado el año anterior.
También se confirma la tendencia a la baja de la remolacha
azucarera, que se acentúa en esta campaña con una reducción del 14%
(45.323 hectáreas) y duplica la caída de la campaña anterior.
En el caso del algodón y tabaco la superficie ha aumentado en un
6% (63.256 hectáreas) y un 9% (9.734 hectáreas), respectivamente, y
la soja (+2%) y la colza (-19%), con mucha menor importancia
relativa que los anteriores, refuerzan la tendencia dispar del grupo
de los cultivos industriales.
La superficie de patata, de media estación, desciende el 14%
hasta 56.970 hectáreas; mientras que los cultivos forrajeros
aumentan su extensión un 12% y suponen ya algo más de un millón de
hectáreas.
Las tierras de cultivo en barbecho mantienen estable su
superficie respecto a la anterior campaña (3.413.924 hectáreas), lo
mismo ocurre con los cultivos leñosos, si bien destaca una ligera
disminución de viñedo (-5% hasta 1.037.356 hectáreas) y de frutales
cítricos (-2% hasta 314.575 hectáreas).
La encuesta precisa que debido a que las hortalizas son en su
mayoría cultivos sucesivos, en el momento de la primera visita de
campo los cultivos hortícolas no se pueden cuantificar en su
totalidad, no obstante, señala que sandía y melón permanecen
estables y que el ajo sufre una reducción del 47%.