Desde la Administración andaluza se considera imprescindible que las autoridades comunitarias concedan a las regiones mayor margen de maniobra para la gestión de las ayudas directas.
Conseguir que las regiones europeas desempeñen un importante papel
en el diseño de la Política Agraria Común que está previsto que entre
en vigor en 2014 es uno de los objetivos fundamentales que se ha
propuesto el Gobierno andaluz en el contexto del proceso de reforma de
la PAC. Para lograr este objetivo, desde la Administración andaluza se
considera imprescindible que las autoridades comunitarias concedan a
las regiones mayor margen de maniobra para la gestión de las ayudas
directas, tanto en lo relativo a sus criterios de adjudicación como en
el reparto de las cantidades. La consejera de Agricultura, Clara
Aguilera, ha informado en estos términos al Consejo de Gobierno y ha
anunciado además que comparecerá a petición propia en el Parlamento
andaluz para valorar la propuesta que ya ha comunicado oficialmente la
CE.
Además de su comparecencia en el Parlamento, que tendrá lugar en los
próximos días, la consejera de Agricultura ha anunciado que se reunirá
en breve con todos los grupos parlamentarios, con las organizaciones
profesionales agrarias y con otros agentes representativos del sector
para conocer las diferentes posiciones y buscar puntos de encuentro. En
este sentido, el objetivo fundamental de la Consejería de Agricultura
es mantener abierto un proceso de diálogo sectorial que fructifique en
un documento consensuado que recoja la posición que defenderá el
Gobierno andaluz durante el proceso de reforma.
En su informe al Consejo de Gobierno, Aguilera ha considerado
positivo que la propuesta de la Comisión para la reforma de la PAC
ponga en cuestión las ayudas directas basadas en derechos históricos,
ya que esto supone abrir un debate que contribuya a legitimar ante la
sociedad las ayudas al sector agrario. En todo momento, la titular de
Agricultura ha destacado la necesidad de que la futura PAC deberá
contar con un presupuesto capaz de mantener la renta de los
agricultores y, al mismo tiempo, mejorar la competitividad del sector
agroalimentario, orientando las ayudas directas al agricultor en
activo, que es el que trabaja, cultiva y produce.
En materia presupuestaria, Aguilera también ha destacado la
necesidad de impedir desde Andalucía que la nueva PAC signifique un
trasvase de fondos a otras regiones. Además, la titular de Agricultura
considera imprescindible que las medidas concretas para aplicar la
nueva PAC no se aprueben sin antes valorar su impacto social y
económico en cada territorio.
Apostar por una PAC fuerte
Desde el Gobierno andaluz, se considera que la propuesta de reforma
de la PAC presentada por la Comisión tiene una base conceptual muy
positiva, ya que plantea la necesidad de una política agrícola fuerte
en el ámbito comunitario y, en todo momento, califica de estratégico
al sector agrario en el horizonte 2020. En este escenario, también es
positivo que la Comisión Europea se plantea en todo momento mantener
los dos pilares actuales, un primer pilar que no es cofinanciado y que
se dedica a las ayudas directas y un segundo pilar que se dedica a las
políticas de desarrollo rural y que está cofinanciado.
En cuanto a las ayudas directas del primer pilar, la Consejería de
Agricultura apuesta por un modelo capaz de hacer frente a la
volatilidad de los precios y frenar la pérdida de renta de los
productores, gracias a la puesta en marcha de nuevos y más eficaces
mecanismo de gestión de mercados y la implementación de medidas que
equilibren la cadena agroalimentaria.
La propuesta presentada por la Comisión el pasado 18 de noviembre
abre oficial-mente el debate sobre la reforma de la PAC. Las primeras
iniciativas legislativas de la Comisión llegarán en julio de 2011 y no
será hasta finales de 2012 cuando el Consejo Europeo y el Parlamento
adopten sus decisiones formales sobre esta cuestión. Está previsto que
la nueva PAC entre en vigor a lo largo de 2014.