La instalación, situada junto a la ETAP de Puerto Real, ha sido creada por la Universidad de Cádiz y está alimentada con energía renovable.
La Consejería de Medio Ambiente, a través de la Agencia Andaluza del
Agua, y la Universidad de Cádiz han finalizado la implantación en
Puerto Real de una planta piloto que servirá como laboratorio de una
nueva tecnología de potabilización del agua corriente, la
nanofiltración. La compaginación de este sistema con la energía
renovable hace que esta instalación sea única en el mundo.
El
consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, ha destacado la
importancia de este proyecto como modelo de gestión eficiente y
sostenible del ciclo integral del agua, ya que se pretende conseguir un
agua potable de mayor calidad para su consumo con el menor coste
posible y con la utilización de energías renovables. Díaz Trillo
resaltó las posibles ventajas de esta nueva tecnología con respecto a
la potabilización convencional, remarcando que gracias a este estudio
se podrá evaluar su viabilidad a la hora de su implantación en un
futuro.
El titular de Medio Ambiente y el rector de la
Universidad gaditana, Diego Sales, han dado a conocer los pormenores de
este proyecto denominado ETAP-ERN, surgido del convenio suscrito entre
ambas instituciones con la colaboración del Consorcio de Aguas de Zona
Gaditana. La Consejería de Medio Ambiente ha financiado este proyecto
con 490.528 para realizar la investigación, que se alargará hasta
octubre del año 2011.
La planta piloto está situada en la
Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de El Montañés, en el
término municipal de Puerto Real. Ya ha finalizado la primera fase del
proyecto, consistente en la creación de una instalación que cuenta con
una capacidad para tratar 50 metros cúbicos de agua diarios. La planta
servirá como laboratorio de un nuevo sistema de potabilización del agua
mediante membranas de nanofiltración, con ventajas con respecto al
tradicional, como el hecho de que no se generan lodos.
La planta
está diseñada para trabajar autónomamente, empleando el viento y el
sol, además del hidrógeno, recursos totalmente limpios y renovables que
no dejan huella energética alguna. La instalación cuenta con dos
aerogeneradores, veinte módulos fotovoltaicos y una pila de combustible
de 0,8 KW alimentada con hidrógeno embotellado. Genera once kilovatios
de energía y acumula la sobrante en baterías con una autonomía de ocho
horas. Estas características hacen que esta planta sea la única del
mundo que utiliza esta tecnología compaginada con las energías
renovables.
El grupo de investigadores de Tecnologías de Medio
Ambiente de la Universidad de Cádiz trabajará a partir de ahora en
evaluar el potencial de la nanofiltración para complementar o sustituir
el tratamiento convencional con el objetivo de obtener un agua potable
de máxima calidad y garantía sanitaria al mínimo coste.
Este
proyecto es un ejemplo de los distintos convenios de colaboración que
la Consejería de Medio Ambiente, a través de la Agencia Andaluza del
Agua, desarrolla mediantes convenios con diferentes universidades y
entidades públicas y privadas andaluzas para impulsar la investigación
y el desarrollo tecnológico en materia de aguas. Desde 2005, se están
invirtiendo cerca de 20 millones de euros en investigaciones centradas
en la mejora de la gestión del agua en Andalucía.