Así consta en el documento de conclusiones y que fue aprobado en el IV Congreso Nacional de Prevención de Riesgos Laborales en el Sector Agroalimentario.
El sector agroalimentario aboga por el establecimiento de una
legislación específica en materia de salud y seguridad laboral, que
incluya, entre otros aspectos, la utilización de una tarjeta sanitaria
por parte de los trabajadores de las campañas agrícolas.
Así
consta en el documento de conclusiones y que fue
aprobado en el IV Congreso Nacional de Prevención de Riesgos Laborales
en el Sector Agroalimentario, celebrado la semana pasada en Almería, y
en el que han participado unos 150 expertos e investigadores de
empresas, sindicatos, universidades y administraciones públicas.
En el Congreso, organizado por el Consejo General de Colegios Oficiales
de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España, los ponentes han insistido
en que las particularidades del sector agroalimentario exige una
legislación específica en materia de seguridad y salud para sus
trabajadores.
Una de las propuestas es la utilización de una
tarjeta que acredite los reconocimientos médicos y la formación
adquirida por los trabajadores de las campañas agrícolas.
También se pide el desarrollo de cursos formativos específicos
dirigidos al empresario agrario para mejorar la gestión de la
prevención de riesgos laborales, así como el impulso de campañas de
divulgación e información para lograr una mayor concienciación y la
creación de una "verdadera cultura preventiva".
El documento
también aboga por la coordinación entre los diferentes agentes que
participan en la gestión e investigación de los accidentes laborales, y
por la inmediatez en la intervención de la Fiscalía.
Asimismo,
apuesta por aplicar a los invernaderos la reglamentación
correspondiente a las edificaciones, debido al elevado riesgo de
accidentes que conlleva su construcción y montaje.
Respecto al
uso de los productos fitosanitarios, que representan uno de los riesgos
para la salud de los trabajadores, los expertos han advertido que la
dispersión y complejidad de la normativa entorpece la actuación
inspectora.
Durante el Congreso se ha puesto de manifiesto que
la siniestralidad en el sector agrario es más elevada a la registrada
entre la generalidad de la población activa.
Según datos
manejados por el órgano colegial, el 6 por ciento de los agricultores
declara haber sufrido algún accidente laboral en el último año, una
cifra que sube al 10 por ciento en el caso de los que trabajan en
invernaderos.
Asimismo, se ha constatado que el vuelco de
tractor sin estructura de protección es la principal causa de
mortalidad en el sector agrícola, con unas ochenta muertes al año.
Para los expertos, es necesario un adecuado conocimiento del
funcionamiento de la actividad agroalimentaria para poder realizar una
mejor evaluación de los riesgos, que sea específica, y no genérica.