Los precios continúan sin cambios y en la mayoría de los casos están a niveles muy bajos.
La campaña de aceite de oliva 2010/2011
se enfrenta por tercer año consecutivo a una crisis de precios que
las organizaciones agrarias consideran insostenibles y ante la que
se plantean actuaciones, entre ellas incluso paralizar la recogida
de aceituna como protesta.
La principal novedad es el cambio normativo introducido por el
Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de forma que la
campaña, que finaliza el 30 de septiembre en lugar del
30 de octubre, por lo que habrá que ponderar las cifras antes de
sacar conclusiones, al haber sido la campaña un mes más corta, según
ha explicado, Rafael Civantos, secretario general de
COAG-Jaén.
Los precios continúan sin cambios y en la mayoría de los casos
están a niveles muy bajos, con una media de 1,88 euros kilo, según
el sistema de información de precios en origen del aceite de oliva
(POOLred).
Aunque ha habido una pequeña subida en algunas de las categorías
del aceite, hay una caída del 21,35 por ciento en los precios medios
respecto a la última semana de septiembre de 2009.
En cuanto a las previsiones de producción, los datos aún no son
fiables, y la meteorología tendrá mucho que decir durante la
recogida de aceituna, pero desde el Consejo Oleícola Internacional,
apuntaban a una cosecha de alrededor de 1,3 millones de toneladas de
aceite de oliva, (en la campaña 2009/2010 fue de 1.396.000
toneladas, un 35 por cien más que en 2008/2009) y desde las
cooperativas estiman en torno a 1.260.000 toneladas.
Esta situación es insostenible, según Civantos, y "hay muchos
sitios donde no se va a recoger la aceituna" porque son dos años en
las que los olivareros no cubren los gastos.
Desde la COAG amenazan con dar "un toque de atención" y bloquear
el inicio de la campaña de recogida no dejando que entre aceituna ni
salga aceite de las almazaras.
La solución para esta organización agraria es homologar un
contrato, tal y como se hace en la leche, calculando un precio que
no se situaría por debajo de los 2,49 euros el kilos de aceite, que
son los costes de producción.
Por su parte, el secretario general de la Unión de Pequeños
Agricultores de Andalucía, Agustín Muñoz, insiste en declaraciones "que estamos ante el precio más bajo pagado a los agricultores
por kilo de aceite de oliva, comparativamente, de los últimos veinte
años".
"Las dificultades para cubrir los costes de producción son cada
vez más", por lo que apunta como "absolutamente fundamental" la
organización de la oferta, la promoción, algún instrumento para
reformar la política agresiva de la gran distribución, o la reforma
de la Interprofesión que permita convenir precios mínimos.
Las consecuencias de esta situación de crisis de precios está ya
presentando sus síntomas, según Muñoz, como la caída de la
modernización de regadíos, y el riesgo real de que el olivar menos
productivo empiece a sufrir un proceso de abandono, por falta de
rentabilidad, no porque no sea competitivo, ya que los datos de
producción son los más altos del mundo.