Una iniciativa comunitaria liderada por la Universidad de Debrecen (Hungría) para tratar de identificar nuevos patrones de empleo en el mundo rural.
La Consejería de Agricultura y Pesca insta a la Unión Europea (UE) a
un mayor ajuste de las políticas de desarrollo rural a las
particularidades de cada territorio para adaptar así más la oferta a
las necesidades reales de cada zona. Así lo ha puesto de manifiesto la
directora general de Desarrollo Sostenible del Medio Rural, Isabel
Aguilera, durante la presentación, en Bruselas, de las recomendaciones
del proyecto RuralJobs. Una iniciativa comunitaria liderada por la
Universidad de Debrecen (Hungría) que, con un presupuesto de 1,4
millones de euros, ha contado con la participación, en calidad de
socio, de la Consejería de Agricultura y Pesca --con una inversión
específica de 258.600 euros para la comunidad autónoma-- para tratar de
identificar nuevos patrones de empleo en el mundo rural. La meta,
identificar fuentes de riqueza potenciales y sin explotar que
contribuyan a la diversificación socioeconómica de estas áreas.
Las conclusiones de RuralJobs, debatidas en unas jornadas que se han
desarrollado bajo el título ‘Nuevas oportunidades de empleo en las
zonas rurales europeas’, ponen el énfasis en aspectos como la
importancia de promover la formación y la cultura emprndedora, la
dotación de infraestructuras que contrarresten el aislamiento, la
satisfacción del derecho a una vivienda como garantía de una mayor
fijación de la población al territorio y la apuesta por sectores
económicos emergentes como el de las energías renovables, sin olvidar
la modernización, a través de la innovación y la transferencia de
tecnología, de actividades tradicionales como la agricultura, siempre
con la mirada puesta en la calidad y la generación de valor añadido.
Todo ello, unido a la puesta en marcha de incentivos a la creación de
nuevas empresas en forma de reducciones de impuestos y ayudas que
conviertan al mundo rural en un espacio más atractivo que el urbano.
Estas son, precisamente, las líneas en las que trabaja la Consejería
de Agricultura y Pesca desde hace ya dos décadas, con una atención
especial a la juventud, la mujer y la sostenibilidad, entendidos como
los principales pilares en los que se asienta el futuro de las áreas
rurales. De hecho, como ha expuesto Isabel Aguilera durante su
intervención, sólo en el marco 2000-2006, se ejecutaron, con una
partida global de 28,6 millones de euros, un total de 791 proyectos
destinados al fomento de la cultura emprendedora entre los jóvenes
rurales de la comunidad autónoma y se generaron más de 4.000 empleos
femeninos en las distintas comarcas andaluzas bajo el paraguas de una
inversión de más de 162 millones de euros. Unas actuaciones envueltas
en todo momento por un modelo de economía sostenible que ha favorecido
el despegue de lo rural gracias a la puesta en valor de su riqueza
medioambiental y paisajística y su patrimonio cultural.
Pero, según ha manifestado la responsable de Desarrollo Sostenible
del Medio Ru-ral de la Consejería de Agricultura y Pesca, esto es sólo
un peldaño del camino. Los siguientes pasos, según ha anunciado, quedan
definidos por los 217 millones de euros que tienen asignados los 52
Grupos de Desarrollo Rural que se distribuyen por toda la geografía
andaluza para el periodo 2009-2011. Un montante del que 33,2 millones
de euros, más de 15 por ciento del total, están dirigidos expresamente
a actuaciones por y para los jóvenes de la región; y 63,5 millones de
euros, cerca del 30 por ciento, a proyectos encabezados directamente
por mujeres; o bien, que incidan en la igualdad de género.
En esta misma línea, como ha expuesto Isabel Aguilera, el turismo
rural y activo ya no es la única punta de lanza del desarrollo
socioeconómico del mundo rural, en la medida en que su abanico de
posibilidades de negocio y creación de empleo se ha ampliado
considerablemente con la irrupción del sinfín de oportunidades puestas
sobre la mesa por la modernización de la agricultura, la
comercialización de productos diferenciados por su alta calidad, las
energías renovables y la creciente integración de las nuevas
tecnologías y la sociedad de la información en la rutina de cada una de
las comarcas andaluzas.