La técnica de la biosolarización para la fresa ha sido desarrollada por el Ifapa desde el verano de 1999.
Científicos del Ifapa ensayan en
Huelva la aplicación de estiércol de gallina y calor, técnica
denominada biosolarización, al suelo en el que se planta la fresa en
Huelva al objeto de determinar su idoneidad para usarlo como
desinfectante, habiendo obtenido resultados positivos.
Los estudios, que se realizan en la finca 'El Cebollar' de Moguer
(Huelva), cobran mayor importancia después de que la UE prohibiera
el uso del bromuro de metilo para desinfectar este tipo de
plantaciones, tras el Protocolo de Montreal, y sus alternativas,
también compuestos químicos que se están viendo amenazadas también
por la normativa europea.
La técnica de la biosolarización para la fresa ha sido
desarrollada por el Ifapa en esta finca desde el verano de 1999 y
consiste, principalmente, en la distribución e incorporación del
biofumigante -estiércol fresco de gallina- a la tierra por aspersión
a razón de unos 25.000-30.000 kilos por hectárea.
Tras esto, según explica el investigador Juan Jesús Medina,
participante en el proyecto, se procede a la instalación del film de
polietileno transparente para la solarización, que permanecerá en el
terreno durante unas cuatro semanas, período que dura el
tratamiento.
Según el científico, con la aplicación continuada de la
biosolarización, se observan mejoras como "el aumento del contenido
en materia orgánica del suelo, el mejor control de malas hierbas,
especialmente de Portulaca oleracea y el aumento del desarrollo
vegetativo y de la producción".
Pese a estos buenos resultados, desde el Ifapa se muestran cautos
con esta técnica, tanto en su aplicación a gran escala por sus
costes y el tiempo necesario para preparar el terreno; como en sus
efectos ambientales, ya que, este tipo de estiércol tiene un alto
contenido en nitrógeno que podría no ser bueno para determinados
tipos de suelo.