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La campaña de la remolacha de este año, que concluye el próximo viernes, ha sido "desastrosa para los agricultores", según UPA, que ha pedido a las administraciones un compromiso para que la producción no siga descendiendo.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Andalucía calcula una producción de 400.000 toneladas, lo que supone un descenso del treinta por ciento respecto a la primera estimación de 600.000 toneladas.

La caída en la producción se ha debido a las adversidades climatológicas, además de a la aprobación de la OCM del azúcar, a los altos descuentos y a los bajos precios que perciben los agricultores.

"La calidad no se corresponde con los precios tan bajos que las industrias pagan a los agricultores", ha denunciado el responsable de la remolacha de UPA-Andalucía, Juan Sánchez.

Por ello, ha instado a las administraciones competentes a que adquieran un compromiso con el sector para que la producción no siga descendiendo y se mantenga la viabilidad de las explotaciones con unos márgenes de rentabilidad adecuados para los agricultores.

Según UPA-Andalucía, la superficie de remolacha en Andalucía es de 10.200 hectáreas, de las se han cultivado 8.000 hectáreas, por las inclemencias meteorológicas del pasado invierno.

De la producción total de 400.000 toneladas, 300.000 se han cultivado en Sevilla y 100.000 en Cádiz.

Según esta organización agraria, en esta campaña el total de ingresos se situará en 40 euros por tonelada de remolacha, con todas las ayudas incluidas, y antes de la OCM los remolacheros cobraban 48 euros, sin contabilizar los percibidos por las ayudas.

De este cultivo, concentrado en la zona del Bajo Guadalquivir dependen unos 1.800 puestos de trabajo, y genera más de 150.000 jornales.