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La organización WWF considera el fomento de la educación ambiental como un factor clave para concienciar a la ciudadanía de la amenaza ambiental que suponen los incendios forestales, más en el Espacio Natural de Doñana (END), donde en 2009 el 46 por ciento de éstos fueron intencionados.

Así se refleja en el informe "Incendios en Doñana. Evaluación 2009", publicado por la organización, donde se viene analizando anualmente desde 2005 la evolución de estos siniestros.

Se pone de manifiesto que durante 2009 se registraron 114 incendios forestales en la comarca de Doñana -11 de ellos en el END-, situándose en primer lugar por número de siniestros el municipio de Lucena del Puerto con 20.

La mayoría de los siniestros fueron conatos (quemaron menos de 1 hectárea), en total un 79,82 por ciento y el resto incendios (entre 1 y 500 hectáreas).

En la Comarca de Doñana se observa como la mayoría de los siniestros están originados de manera intencionada (un 43,80 por ciento); la segunda causa son las negligencias (20,29 por ciento), y en la misma medida de los incendios desconocidos (20,20 por ciento).

Un porcentaje muy alto que WWF entiende que es posible reducir con una mejora en los medios técnicos y materiales, así como un aumento de personal destinado a la investigación de las causas de los incendios.

Con respecto al END, WWF destaca el hecho de que la mayoría de los incendios ocurrieran en sus límites, siendo el 46 por ciento de ellos intencionados y el 27 por ciento de origen desconocido.

Para hacer frente a este problema WWF entiende que la administración, la ciudadanía y las organizaciones implicadas deben de actuar en diferentes líneas, entre ellas, la educación ambiental.

Además considera necesario que se pongan más esfuerzos en la prevención de los incendios forestales gestionando la Selvicultura preventiva y en la investigación y que se eliminen los pozos ilegales en monte público, que requieren de instalaciones y cableado eléctrico, que en numerosas ocasiones sin tener en cuenta las normas de seguridad para este tipo de instalaciones.

Reordenar espacio agrario y reducir el número de caminos que facilitan el acceso a las zonas forestales, la mejora de los centros de acopio de residuos agrícolas y redactar los Planes de Emergencia (PLEIF) en aquellos municipios donde aún no se han puesto en marcha, son otras propuestas.