el cultivo del tomate industrial se ha visto fuertemente dañado en las localidades de Maribáñez, El Trobal (Los Palacios y Villafranca), Trajano (Utrera) y Lebrija.
La
Coordinadora de
Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Sevilla confirma que lo daños
provocados por el pedrisco y las fuertes lluvias en la producción de tomate
industrial pueden suponer pérdidas irreparables para las explotaciones familiares
que se han visto afectadas, ya que en algunos casos los agricultores no podrán
cubrir los costes de producción.
En plena campaña de recolección, el cultivo del tomate
industrial se ha visto fuertemente dañado en las localidades de Maribáñez, El
Trobal (Los Palacios y Villafranca), Trajano (Utrera) y Lebrija, donde, el
pasado martes, 17 de agosto, llegaron a caer hasta 80 litros/m2 en
tan sólo cuarenta minutos.
Debido a la fuerte lluvia y al pedrisco, la
recolección se ha visto interrumpida durante una semana. En estos momentos, en
los que poco a poco se va reiniciando la recogida del tomate, hay una reducción
del 50% de media en la producción y hasta del 70% en los casos más graves,
según los datos que manejan COAG Sevilla, la S.C.A. Las Marismas de Lebrija y la S.C.A Las Palmeras de El
Trobal. Concretamente se han visto afectadas unas 150 ha de cultivo en Lebrija
y otras 70 en pedanías agrarias de Los Palacios y Villafranca. Estos datos han
sido contrastados por representantes de FAECA.
La fuerte reducción en los niveles de producción hace
que en algunos casos no se puedan cubrir los costes de producción, que son
bastante altos para el cultivo del tomate industrial. COAG Sevilla recuerda que
éste es un cultivo de alto riesgo, bastante vulnerable a las condiciones
climatológicas y que necesita una inversión muy importante durante toda la
campaña. Los efectos de la lluvia han sido tan graves, que algunos agricultores
no van a poder cubrir ni la mitad de los costes de producción, por lo que
algunos de ellos van a tener serias dificultades económicas en sus
explotaciones. Además, la ola de calor que ha comenzado este miércoles, hace
prever que las pérdidas por pudrición del tomate puedan aumentar.
Ante esta situación, COAG Sevilla pide a la Consejería de
Agricultura y Pesca que intervenga de forma inmediata para paliar la difícil
situación en la que se encuentran los agricultores afectados, de modo que
resuelva el problema para que ninguna de estas personas se vea obligada al
abandono de la actividad agrícola, teniendo en cuenta que el cultivo del tomate
se mantiene hoy día como uno de los motores de generación de empleo en el Bajo
Guadalquivir.