Los precios en origen se han revalorizado hasta un 30%.
El anuncio de Rusia de suspender sus
exportaciones de cereales no sólo ha hecho temblar el mercado
internacional de materias primas, sino que también ha alborotado
nuestro mercado nacional, donde los precios en origen se han
revalorizado hasta un 30%, tras casi dos años de bastante apatía.
Esta nueva tónica alcista en España, que comenzó a principios del
mes de julio por la falta de oferta en los puertos, se consolidó
cuando Rusia anunció el pasado 5 de agosto la suspensión de las
exportaciones de trigo, centeno, cebada, maíz, así como de harina de
trigo y de centeno, por la grave sequía que sufre el país desde el
mes de mayo.
Las últimas cotizaciones en algunas de las lonjas españolas
(Albacete y Segovia), en la semana del 9 al 15 de agosto, recogen
incrementos, especialmente en trigo, de hasta 40 euros por tonelada
respecto a los precios de principios de julio y del pasado año por
estas fechas, y de hasta casi 20 euros frente a la semana anterior.
Estas subidas también se han producido en otros cereales como el
maíz o la cebada. Así, en la semana del 9 al 15 de agosto, y en los
mercados más representativos, el precio del maíz en almacén,
nacional y/o importado, se incrementó un 7,95 por ciento respecto a
la semana anterior, hasta los 218,75 euros por tonelada.
En el caso de la cebada, la cotización aumentó un 16,29 por
ciento, hasta 177,50 euros por tonelada, según los datos facilitados por la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de
España (Accoe).
En el mercado internacional, y después del anuncio ruso, los
precios futuros de los cereales se dispararon, y alcanzaron
importantes cuotas que, sin embargo, estaban lejos de los niveles de
2008, año en el que el trigo alcanzó su máximo histórico en la Bolsa
de Chicago.
Según datos de los analistas del banco alemán Commerzbank, el
precio del trigo se ha incrementado entre un 14 y un 23 por ciento
por ciento en el último mes, y entre un 24 y un 59 por ciento en el
ultimo año en el mercado de futuros de Londres y en el de Chicago.
Son muchos los que apuntan que aunque Rusia, uno de los
principales exportadores de trigo del mundo, se haya quedado fuera
del mercado y exista temor ante la falta de este cereal en el ámbito
internacional, no habrá desabastecimiento porque la oferta es más
alta que nunca.
Sin embargo, la rapidez con la que se produjo el incremento de
los precios internacionales del trigo ha hecho reaparecer los
fantasmas del pasado y, en concreto, la tan complicada campaña
2007/2008, cuando se produjo la crisis mundial de alimentos.
En España aquella crisis provocó una "muy difícil" situación para
el sector ganadero, de la que aún trata de recuperarse y que ha
provocado una reestructuración forzada, con cierre de explotaciones
y un descenso de la producción.
No obstante, se insiste en que no va a faltar cereal, ya que la
recolección de los cultivos de otoño-invierno acaba de finalizar en
España donde, a falta de datos definitivos, la producción será
superior a la campaña anterior, cuya cosecha fue de en torno a 13
millones de toneladas.
En general, en la Unión Europea, que produce entre 280 y 300
millones de toneladas anuales, el impacto de la decisión de Moscú
"sería mínimo en el mercado europeo", según la Comisión Europea, ya
que las importaciones comunitarias de cereales procedentes de Rusia
se sitúan en torno a un millón de toneladas, a lo que se unen las
"buenas" cosechas de 2008 y 2009.
Una vez más, el mercado internacional de cereales ha demostrado
su fragilidad, y aunque en los últimos días los precios futuros han
cedido porque se esperan lluvias en las zonas afectadas por la
sequía, los analistas prevén que continúe la volatilidad.
En España, nuestros precios seguirán estando muy ligados a lo que
suceda en el exterior.