España reducirá en un 16% el rendimiento del cultivo de trigo duro (en toneladas por hectárea) en 2010 respecto a la media de los últimos cinco años debido a las fuertes lluvias de este invierno, pero aumentará en un 15% el de la cebada gracias a la mejora de las condiciones meteorológicas en primavera.
En comparación con el año pasado, la cosecha de trigo duro en España caerá un 24%, mientras que la de cebada de primavera aumentará un 25%, según las previsiones dadas a conocer hoy por la Comisión Europea.
La cebada de invierno aumentó un 38% en comparación con el año anterior y un 18% respecto a la media de los últimos cinco años.
"No es fácil hacer un balance general", señaló una fuente comunitaria que recordó que aunque los fuertes cambios meteorológicos han provocado graves daños en algunas zonas estos se han visto compensados por el rendimiento obtenido en otras, una tendencia que también se ha seguido en la UE.
La oficina estadística comunitaria, Eurostat, publicará previsiblemente una nueva evaluación entre noviembre y diciembre, según confirmó la misma fuente.
Bruselas espera que la producción total de cereales de la UE este año se sitúe entorno a la media del último lustro y adelanta que aunque el rendimiento por hectárea será un 5% superior, las superficies cultivadas globales han disminuido, según señaló en un comunicado.
El Centro Común de Investigación de la CE, que ha elaborado el pronóstico, explica que Europa ha sufrido un duro invierno con temperaturas excepcionalmente bajas entre diciembre y marzo, que dejaron fuertes nevadas en países como España, lo que retrasó el comienzo de la temporada.
En primavera y comienzos de verano, los cultivos de Reino Unido, el oeste de Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, el norte de Alemania, el este de Polonia y Grecia se vieron afectados por la escasez de precipitaciones, frente a los de República Checa, Eslovaquia, Hungría, Polonia y Rumanía que sufrieron graves inundaciones.
España e Italia, por el contrario, tuvieron lluvias beneficiosas y abundantes desde la entrada de la primavera, un fenómeno que tuvo un impacto positivo en sus cosechas.
Alemania, el centro y el norte de Francia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo experimentaron temperaturas muy elevadas y escasas precipitaciones.
La CE reveló que el rendimiento previsto de los cereales es de 5,1 toneladas por hectárea en toda la UE, un 0,7% superior al del año pasado y un 5% mayor que el de la media de los últimos cinco años.
Además, se calcula que la superficie total utilizada en la Unión Europea para el cultivo de cereales en 2010 ha disminuido un 3% respecto a 2009.
El rendimiento del trigo blando crecerá un 1,7% con respecto a la media de los últimos cinco año; el del trigo duro, un 0,3%; el de la cebada, un 4,4%; y el del maíz en grano, un 7,7%.
El girasol (7,2%), la patata (6,9%) y la remolacha azucarera (2,3%) también reforzarán su rendimiento, frente a la colza que lo reducirá en un 2,4%.
Los dos grandes productores de trigo blando, Alemania y Francia, tendrán un rendimiento inferior que durante los últimos cinco años debido a la sequía y al calor, igual que en la cebada de invierno.
La CCI advierte de que aunque la cosecha de cereales de la UE logrará alcanzar las cifras medias la producción vegetal de invierno de Rusia se verá gravemente afectada por el calor y la sequía.
