Un 81 por ciento de esta cantidad corresponden a España.
El Departamento de Agricultura de
Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) estima una superficie
sembrada de maíz Genéticamente Modificado (GM) en la Unión Europea
(UE) de 96.240 hectáreas en 2010, un 11,5 por ciento más que en
2009, de las que el 81 por ciento corresponden a España.
El USDA prevé una superficie sembrada de maíz transgénico en
España de 78.500 hectáreas, un 12,1 por ciento más que un año antes;
seguida de República Checa, con 6.000 hectáreas (-7,4 por ciento);
Portugal, con 5.500 hectáreas (+10 por ciento); Polonia, con 3.500
hectáreas (+16,6 por ciento); Eslovaquia, con 1.740 hectáreas (+98,8
por ciento); y Rumanía, con 1.000 hectáreas (-70,5 por ciento).
En un informe sobre la biotecnología en la UE, destaca que países
como Austria, Francia, Alemania, Grecia, Luxemburgo y Hungría han
prohibido el cultivo del maíz transgénico MON810, de la
multinacional Monsanto, resistente a la plaga del taladro y cuya
siembra fue aprobada en 1998.
Subraya que aunque Francia y Alemania ya no siembran este cultivo
fueron los principales productores desde 2006 hasta 2008.
En marzo de 2010, la UE aprobó la siembra de un nuevo cultivo GM,
la patata "Amflora", comercializada por la empresa alemana Basf, y
de la que el USDA estima una superficie de cerca de 225 hectáreas
repartidas entre Alemania, República Checa y Suecia.
Asimismo, el informe indica que la UE sigue siendo un gran
importador y consumidor de productos transgénicos, en especial de
soja y harina de soja, que se destina a alimentación animal como
fuente principal de proteína para el ganado, siendo Argentina,
Brasil y Estados Unidos los principales proveedores.
Resalta que la "falta de tolerancia" ante eventos transgénicos
aprobados, cultivados y comercializados en el exterior, pero no
autorizados por la UE, puede "debilitar" el suministro en la cadena
alimentaria.
En este sentido, recuerda que el pasado año varios envíos de soja
procedente de Estados Unidos fueron bloqueados en las fronteras
comunitarias por presencia de eventos no autorizados en la UE.
También asegura que la investigación biotecnológica en
agricultura es una prioridad de la Comisión Europea y varios Estados
Miembro, si bien muchos científicos se han trasladado a otros países
para realizar investigaciones en este ámbito debido a "presiones
políticas".
Esta reducción en la actividad investigadora se ha traducido
también en menores ensayos de campo, que han "caído en picado" desde
2007.
Así, el informe precisa que en estos momentos no se llevan a cabo
ensayos de campo en Austria, Bulgaria, Grecia, Irlanda e Italia,
mientras que en países como República Checa, Francia, Alemania o
Eslovaquia son "marginales" y se realizan en una horquilla de entre
1 y 25 parcelas.