Dentro de los cultivos, en el de patatas y en el de hortalizas se produjo un descenso en la utilización del agua del 12,7 por ciento respecto a 2007.
El uso de agua de las explotaciones
agrarias llegó a 15.313 hectómetros cúbicos en 2008, lo que supone
un descenso del 5,5 por ciento respecto al año anterior, según
recoge la "Encuesta sobre el uso del agua en el sector agrario. Año
2008", elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El informe resalta que los herbáceos fueron los cultivos que
hicieron un mayor uso del agua, con el 44,8 por ciento del total,
mientras que por técnicas de riego, las de aspersión y goteo
concentraron el 58,1 por ciento.
Dentro de los cultivos, en el de patatas y en el de hortalizas se
produjo un descenso en la utilización del agua del 12,7 por ciento
respecto a 2007, mientras que en cultivos industriales, huertos
familiares, cultivos ornamentales y leñosos no frutales el uso se
redujo en un 16,1 por ciento en comparación al año anterior.
Por técnicas de riego, el informe señala que el volumen de agua
aplicado en 2008 mediante aspersión y riego localizado o goteo
disminuyó un 5,5 por ciento y un 6 por ciento, respectivamente, y el
utilizado a los cultivos mediante gravedad descendió un 5,2 por
ciento en comparación a 2007.
En cuanto al origen del agua de regadío, el informe del INE
explica que el 78,6 por ciento del agua disponible fue de origen
superficial, el 20,4 por ciento subterráneo y el 1 por ciento de
otros recursos hídricos, como el agua desalada (marina o salobre) o
reutilizada (procedente de las estaciones de depuración de aguas
residuales).
El informe indica que Andalucía y Aragón fueron las comunidades
autónomas que más agua usaron en 2008, con el 23,1 y el 14,2 por
ciento del total, respectivamente, mientras que en el otro extremo
se situaron -siempre teniendo en cuenta aquellas con una superficie
de regadío superior al 1 por ciento del total nacional- las de La
Rioja (1,6 por ciento) y Navarra (2,8 por ciento).
El uso del agua para regadío disminuyó un 11,1 por ciento en
Castilla-La Mancha y el 7,5 por ciento en Cataluña, respecto a 2007,
mientras que en La Rioja se produjo un incremento del 7,4 por
ciento, según consta en el informe.
El INE elabora anualmente esta encuesta, que se dirige a 756
comunidades de regantes, con el fin de estimar el volumen de agua de
regadío utilizado por las explotaciones agrarias.
La selección es "exhaustiva" para aquellas comunidades de
regantes que agrupan explotaciones agrarias con una superficie total
superior a 2.000 hectáreas.
Las comunidades con una superficie inferior a esta magnitud se
investigan muestralmente, seleccionando una cuota de entidades
previamente estratificadas por tamaño, con una fijación de
compromiso entre uniforme y proporcional, con el objetivo de que en
cada autonomía se investigue al menos el 60 por ciento de su
superficie de regadío.