Las actuaciones previstas contemplan la construcción de la red en alta y la ejecución de balsas de regulación y decantación, estaciones de bombeo e impulsión, estaciones de filtrado y la instalación de sistemas de telecontrol.
El Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM), a
través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) del
Sur y Este, invertirá un total de 169,60 millones de euros en obras de
modernización y consolidación de regadíos en la Cuenca Hidrográfica del
Guadalquivir, con las que se crearán unos 5.000 empleos directos.
Las obras han sido presentadas en Jaén por la Directora General
del Agua del MARM, Marta Moren, acompañada del subdelegado del Gobierno
de Jaén, Fernando Calahorro, y el presidente de SEIASA del Sur y Este,
Manuel Ariza, y cuentan con un presupuesto superior a los 116 millones
de euros en esta provincia, dentro de las inversiones previstas en el
Plan Activa Jaén del Gobierno.
La financiación de las obras de modernización y consolidación de
regadíos contempla la aportación de un 70 por ciento del presupuesto
total a través de los Fondos Europeos FEDER de Desarrollo Regional,
gestionados por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y
Marino, mientras que los regantes aportarán el 30 por ciento restante.
Las obras previstas en la provincia de Jaén beneficiarán a la Zona
Regable de las Vegas Altas Sectores I al IX; Zona Regable de las Vegas
Medias Altas, Sector V-I; Zona Regable de la Comunidad de Regantes de
Nuestra Señora de los Dolores de Arjona; Zona Regable de Guadalmena,
Fase I; Zona Regable de la Comunidad de Regantes Santa María Magdalena
de Mengíbar, Fase I, y Zona Regable de Rumblar de Andújar, Fase I.
Las actuaciones previstas contemplan la construcción de la red en
alta y la ejecución de balsas de regulación y decantación, estaciones
de bombeo e impulsión, estaciones de filtrado y la instalación de
sistemas de telecontrol, dotados de dispositivos automáticos
inteligentes, para garantizar el correcto funcionamiento de todas las
instalaciones.
La modernización de las infraestructuras de riego permitirá unos
beneficios económicos para los agricultores a través de la
revalorización de los terrenos y el incremento de la producción, así
como una serie mejoras ambientales.
Estas mejoras ambientales vienen determinadas por la reducción de
la cantidad de agua empleada en el riego, la gestión eficiente y su uso
racional, así como por la menor dosis de agroquímicos necesarios, lo
que implica la disminución de la contaminación difusa.
El aumento de la uniformidad de riego de los cultivos, con el uso
de goteos autocompensantes, permitirá un mayor control en la dosis por
árbol y disminuirá las pérdidas de fertilizantes y fitosanitarios por
lixiviación, lo que reducirá notablemente la contaminación de acuíferos
y cursos hídricos.