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La producción de trigo duro, el utilizado para la fabricación de pastas, en la provincia de Sevilla, primera productora de España, experimentará un descenso de casi un sesenta por ciento, pasando de 410.000 toneladas de la pasada campaña a poco más de 165.000 en la actual, según estimaciones de Asaja.

Esta bajada se debe a que más de 125.000 hectáreas de secano han quedado en barbecho debido a las inclemencias meteorológicas y a que los bajos precios desincentivan a los agricultores.

Este descenso de superficies y producciones es extensivo también al trigo blando o trigo panificable y al resto provincias de Andalucía, que han reducido la superficie destinada a trigo, de ambas variedades (blando y duro) en casi 60.000 hectáreas.

La situación es similar en el girasol, el otro gran cultivo extensivo de los secanos andaluces, que ha visto reducida su superficie en un 22%, pasando de 320.000 hectáreas de la campaña de 2009 a menos de 250.000, aunque es será uno de los pocos cultivos que beneficiado por los temporales de invierno y puede experimentar un ligero incremento de su producción por hectárea.

Estos son algunos de los datos que los servicios técnicos de ASAJA-Sevilla han hecho públicos hoy durante la celebración en Huévar del Aljarafe (Sevilla) de la XXVII jornada de cultivos herbáceos, en la que han participado medio millar de agricultores.

Según los cálculos de Asaja, la producción nacional de trigo duro descenderá en esta campaña un cuarenta por ciento y pasará de 1.349.000 a 800.000 toneladas.

No obstante, hay un remanente de 400.000 toneladas de buena calidad de la pasada campaña que permitirá "atender a las necesidades del mercado interior y la exportación, que se va a ver reactivada fundamentalmente por la tendencia a la equiparación que experimentan el euro y el dólar".

El trigo de peor calidad, tradicionalmente utilizado para la fabricación de pienso, tiene ahora también un nuevo destino, la industria española de bioetanol, que demanda cada año un millón de toneladas de cereal, por lo que esta industria energética entra también en competición con el mercado de los piensos por esos trigos de menor calidad que no tienen demanda en la industria alimentaria.