La Ministra de Medio
Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha señalado en el
Parlamento Europeo que el modelo europeo de producción agroalimentario
debe satisfacer los requerimientos de los ciudadanos europeos y debe
ser capaz de competir, no solo en los mercados internos, sino también
en los mercados internacionales.
En el taller "Impacto de las normas de la UE sobre la
competitividad del sector primario y agroalimentario", celebrado en
Bruselas, la Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha
propuesto actuar en el marco normativo, ya que los esfuerzos deben
centrarse en una mejor regulación, que asegure la sintonía entre las
inquietudes del consumidor y la sostenibilidad económica del operador.
En este sentido, la Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino ha explicado que el establecimiento de requisitos debe estar
basado en un amplio consenso social, y apoyado por estudios de impacto
que evalúen, en todos los casos, las repercusiones económicas de todos
los agentes implicados, no solo para el mercado interior, sino de cara
al comercio internacional, para asegurar que existe un equilibrio y no
se crean barreras innecesarias al mismo.
Elena Espinosa ha defendido la necesidad de intensificar los
esfuerzos para lograr un mayor reconocimiento a nivel mundial del
modelo productivo europeo. De esta forma, la Unión Europea debe
fortalecer su posición negociadora en el marco de la Organización
Mundial del Comercio, tratando de alcanzar un nivel de exigencia justo
y recíproco, respecto al resto de bloques económicos mundiales.
La Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino ha puesto de
manifiesto la necesidad de estrategias de promoción en terceros países,
para informar de las ventajas y del valor añadido de los productos
europeos.
Asimismo, Elena Espinosa ha subrayado que deben potenciarse los
esfuerzos colectivos en comunicar a los consumidores las
características del modelo productivo europeo, para que puedan ser
capaces de elegir y, sobre todo, valorizar los productos. Y ha añadido
que la información y formación a los consumidores deben ser
herramientas claves de la estrategia comunitaria.
En este sentido, la Ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y
Marino ha propuesto establecer un etiquetado sencillo, abierto a todos
los productos, fácil de aplicar y que no suponga un coste añadido, para
que los consumidores reconozcan el valor añadido de los productos
agroalimentarios europeos. Además, la Ministra ha señalado la necesidad
de aportar una información veraz del modelo agrario europeo y los
sistemas de diferenciación de los productos que lo cumplen, para
conseguir una valorización comercial.
Por último, Elena Espinosa ha apuntado que si se ha impuesto una
normativa a los operadores europeos, que está por encima de los
requisitos internacionales, se les debería dar apoyo en los costes
añadidos que se generan. En este sentido, al no producirse esta
retribución extra de nuestro estándar europeo, se podría estar poniendo
en riesgo a ciertos eslabones más débiles del entramado, como la
pequeña industria artesana, o el productor primario, más alejado de la
decisión del precio final que paga el consumidor.