El Consejo aprueba una norma que adecuará las previsiones de puesta en riego a la actual demanda en trece municipios del norte de Granada.
El Consejo de Gobierno ha acordado modificar las
delimitaciones del Plan de Transformación de la Zona Regable de Baza-Huéscar
(Granada), que se desarrolla desde 1998 en trece municipios de la zona norte de
la provincia de Granada, con el fin de permitir nuevas puestas en regadío con
el apoyo de la Junta
en sustitución de las que no han sido realizadas durante estos años. Para ello
se mantendrán las superficies asignadas a cada municipio, con la única salvedad
de Castril, que aumenta la suya en 2.000 hectáreas,
pero eliminando los perímetros precisos trazados inicialmente y en los que se
incluyen parcelas no transformadas.
Se abre así la posibilidad de que se incorporen al plan los
agricultores cuyas tierras quedaron fuera de los ámbitos fijados en cada
municipio y, por tanto, de que se beneficien de las subvenciones de la Junta en el marco de esta
iniciativa declarada de Interés General de la Comunidad Autónoma.
Con ello se eliminarán desajustes entre la demanda existente y los perímetros
establecidos, ya que las nuevas puestas en riego se realizarán en proporción a
las parcelas no transformadas por falta de interés de sus propietarios
(alrededor de 657
hectáreas).
En cuanto a las 2.000 nuevas hectáreas asignadas a Castril
(Granada), esta superficie se suma a las 1.062 anteriores, principalmente
dedicadas a cultivos de almendros y olivos en regadío. La decisión obedece,
entre otras razones, a la ubicación del municipio en una zona especialmente
deprimida y a la pérdida sufrida por su territorio como consecuencia de la
construcción del embalse del Portillo.
Debido a la ampliación en Castril, la Zona Regable de
Baza-Huéscar pasa ahora a contar con una extensión total de 25.012 hectáreas,
principalmente de cultivos de olivar y hortofrutícolas, repartidas entre los
términos municipales de Huéscar, Galera, Castilléjar, Orce, Castril, Cortes de
Baza, Puebla de Don Fadrique, Baza, Benamaurel, Cúllar, Caniles, Freila y
Zújar.
Desde su inicio en 1998, el plan de transformación ha supuesto la puesta en
riego efectiva de 22.355
hectáreas en estos municipios, con una inversión total
de 8,7 millones de euros (4,48 correspondientes a las subvenciones
autonómicas).