Un modelo de gestión única beneficiará a los titulares de las explotaciones con incentivos, servicios de asistencia técnica y simplificación de trámites.
El Consejo de Gobierno ha aprobado el proyecto de Ley de la Dehesa, marco regulador
para asegurar la conservación y la viabilidad económica de este sistema único
en Europa de explotación sostenible de los recursos agroganaderos y forestales,
que en Andalucía ocupa 1,25 millones de hectáreas (la mitad del total
nacional). El texto, que será remitido al Parlamento para su aprobación
definitiva, ha sido elaborado por las consejerías de Agricultura y Pesca y
Medio Ambiente.
La futura ley integrará las distintas normativas autonómicas
que regulan los usos y aprovechamientos desde perspectivas sectoriales
(agraria, forestal y ambiental) para hacerlas totalmente compatibles, de
acuerdo con un modelo de gestión única. Con ello se simplificarán unos
procedimientos administrativos ahora fragmentados y se facilitará la relación
de los titulares de las explotaciones con la Administración. En
la misma línea, se introduce como novedad destacada la creación de servicios
específicos de asistencia técnica a la dehesa.
La consejera de Agricultura y Pesca, Clara Aguilera, que ha
presentado el proyecto junto con la titular de Medio Ambiente, Cinta Castillo,
tras la reunión del Consejo de Gobierno, ha destacado que los objetivos
"fundamentales" de esta norma no pasan tanto por la protección de la
dehesa como por su fomento e identificación, así como por la simplificación de
los procesos administrativos.
Por ello, la norma define conceptos como formación adehesada
y dehesa, espacios, según ha expuesto Aguilera, que no son reconocidos en el
seno de la Unión Europea
como "un ecosistema diferente o distinto". "Esto nos preocupa en
cuanto a la aplicación de las ayudas comunitarias que repercutan directamente
en estas zonas", ha indicado la titular de Agricultura y Pesca.
Por su parte, Cinta Castillo ha valorado la importancia
medioambiental de las dehesas, donde habitan "especies amenazadas y
especialmente protegidas como el lince y el águila imperial", pero también
otros animales como el toro o el cerdo ibérico.
El proyecto de Ley también contempla, según Castillo,
"cómo desde la dehesa se puede observar el efecto del cambio climático o
cómo trabajamos para prevenir los incendios forestales o para promocianar la
biodiversiddad". A su juicio, estas zonas posibilitan el "desarrollo
sostenible de los pueblos que se enmarcan en ellas a través de actividades
agrícolas y ganaderas, así como de la mejora de la naturaleza".
Plan director
Entre otros instrumentos de protección, gestión y promoción,
el proyecto establece la elaboración de un plan director de ámbito general, con
una vigencia de 20 años y revisiones intermedias cada cinco. Este documento
incluirá un diagnóstico y un análisis de nuevas posibilidades de uso que
mejoren la rentabilidad de las producciones de las dehesas, así como medidas
para hacer frente a sus principales amenazas (el decaimiento de su arbolado y
la crisis de los mercados ganaderos, entre otros) y para revalorizar la
singularidad ambiental, social y cultural de estos territorios.
A este marco general se ajustarán los denominados planes de
gestión integral que podrán desarrollar los titulares de las explotaciones.
Estas iniciativas tendrán carácter voluntario, si bien su realización se
considerará como criterio prioritario en el acceso a las ayudas públicas, tanto
agrarias como ambientales. Con una duración de cinco años prorrogables, su
aprobación supondrá la autorización efectiva de todos los aprovechamientos y
trabajos forestales, agrícolas y ganaderos que durante ese periodo se lleven a
cabo en la dehesa.
Junto con las explotaciones que tengan planes de gestión, la
ley también concederá prioridad a las dehesas ubicadas en espacios naturales
protegidos y a aquellas que incorporen producciones integradas o de ganadería
ecológica. Para acceder con carácter general a los incentivos y medidas de
apoyo será necesaria la inscripción en el Censo de Dehesas de Andalucía, de
nueva creación.
El desarrollo de las medidas previstas contará con la
coordinación y el apoyo de dos órganos de nueva creación. El primero de ellos, la Comisión Andaluza
para la Dehesa,
integrada por representantes de las consejerías de Agricultura y Pesca y de
Medio Ambiente, se encargará de coordinar los trabajos del Plan Director,
proponer medidas de protección y fomentar actividades de investigación,
formación, divulgación y participación social, entre otras funciones.
El segundo, denominado Centro Andaluz de Investigación de la Dehesa, contará con el
concurso de universidades, organizaciones privadas de investigación y empresas
y asociaciones del sector.
Dehesas andaluzas
Andalucía cuenta actualmente con 1,2 millones de hectáreas
de dehesas, lo que supone aproximadamente el 14% del territorio regional y la
mitad de la superficie española de este ecosistema, que está también presente
en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León y la región portuguesa del
Alentejo.
Las dehesas andaluzas se distribuyen principalmente por
Sierra Morena y las serranías gaditanas y subbéticas. Un total de 128
municipios andaluces tienen más de una cuarta parte de sus términos ocupados
por dehesas y encuentran en ellas la base de su economía y de su patrimonio
natural.
La diversidad biológica, el carácter de refugio para
especies amenazadas de la flora y la fauna, el papel que desempeñan en territorios
en los que apenas hay otras alternativas económicas, la producción de alimentos
de gran valor añadido o el gran potencial para el desarrollo de la agricultura
ecológica y el turismo rural, constituyen algunos de sus valores más
destacados.
El origen de este ecosistema se encuentra en el aclaramiento
y limpieza de los bosques originarios de encinas y alcornoques para integrar
múltiples aprovechamientos asociados (cultivos, ganadería, pastos, caza, leña,
corcho, etc.) sin alterar los equilibrios ecológicos. Actualmente, las
principales actividades económicas se ligan al corcho (80% de la producción
nacional) y al cerdo ibérico, el ganado ovino y el toro de lidia.
Desde el punto de vista medioambiental, la dehesa tiene
actualmente asegurada en Andalucía un alto nivel de protección a través de las
leyes autonómicas en materias forestal, de lucha contra incendios y de espacios
naturales protegidos. Entre estos enclaves, destacan los parques naturales de
Los Alcornocales (Málaga y Cádiz), Sierra de Aracena y Picos de Aroche (Huelva)
y Sierra Norte de Sevilla. Asimismo, la comunidad autónoma cuenta con la Reserva de la Biosfera de las Dehesas
de Sierra Morena, declarada por la
Unesco en 2002 y que con sus 424.000 hectáreas
es el mayor espacio protegido de este tipo en España y uno de los mayores del
planeta.
Para el periodo 2009-2013, todas estas políticas contarán
con una dotación total de 180,5 millones de euros, cofinanciada al 75% por el
nuevo Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader) y distribuida entre
92,3 millones para medidas ambientales y 88,2 para fomento de las producciones.